Ayer fue un día agotador para el arquero de O'Higgins, Paulo Garcés. Por la mañana, entrenó en el Monasterio Celeste, y pasado el mediodía, el parralino fue informado que debía viajar de urgencia a Stuttgart para integrarse a los trabajos de la selección nacional, luego de la lesión de Claudio Bravo.

El arquero de la Real Sociedad sufrió el domingo, frente a Sevilla, un desgarro fibrilar del recto anterior del muslo izquierdo, que lo dejará al margen del amistoso de mañana ante Alemania.

¿Lo tomó por sorpresa el llamado de la Selección?

Sí, puesto que no había aparecido en el listado inicial, pero lamentablemente se lesionó un compañero y me llamaron. Sí me pone feliz estar de nuevo convocado.

¿Qué tan importante es esta nominación, ya que Sampaoli debe comenzar a delinear a los nominados para el Mundial?

Espero aprovechar esta oportunidad. Estoy consciente de que cada uno tiene que hacer lo mejor en su club para aparecer frecuentemente en las nominaciones.

¿Cree que esta es su última oportunidad para estar en Brasil?

No lo sé, pero tengo claro que  me debo jugar las últimas cartas para estar en el Mundial. Aunque, al igual que yo, hay varios compañeros en la misma situación.

¿Es una ventaja que el entrenador ya lo conozca y lo haya nominado anteriormente?

Absolutamente. Y para los convocados también es una ventaja saber cómo trabaja este cuerpo técnico. Pero sabemos que debemos estar concentrados y dar lo mejor de cada uno en todos los entrenamientos. No podemos aflojar.

¿Cómo pronostica el partido contra Alemania?

Será un partido muy complicado, ya que sabemos el nivel que tiene Alemania, es una potencia, pero sabemos que estamos preparados. Creo que es un buen apronte para el Mundial.