Barack Obama, cuyo padre keniata abandonó a su familia cuando el futuro presidente de Estados Unidos tenía dos años, dijo el sábado que todavía pensaba en cómo habrían sido las cosas si su progenitor hubiera estado presente.

"Sentí su ausencia. Y me pregunto cómo habría sido mi vida si hubiera estado (conmigo)", dijo Obama en su discurso semanal por radio e internet, en la víspera del Día del Padre que se celebra en Estados Unidos y buena parte de los países latinoamericanos.

El Presidente aseguró que ser padre era "a veces el trabajo más duro, pero siempre el más gratificante" e hizo un llamado a otros padres para que dieran prioridad a pasar tiempo con sus hijos incluso en los momentos complicados.

"Hoy la vida es dura para muchos estadounidenses. Cada vez más niños crecen sin una figura paterna. Otros echan de menos a un padre que está fuera sirviendo a su país en uniforme. Y para todos aquellos padres que están presentes en la vida de sus hijos, la recesión ha creado una dura barrera", afirmó.

Obama expuso en la página web Fatherhood.gov un conjunto de iniciativas de su Gobierno para ayudar a los padres a pasar más tiempo de calidad con sus hijos y conectarse con ellos.

El mandatario habló extensamente de su padre en sus memorias de 1995 "Dreams for My Father", que se volvieron a publicar después de que su perfil político se incrementara en 2004. Su padre murió en 1982 en un accidente de auto en Nairobi.

Al saber que su carrera política le obligaría a estar lejos de casa, dejando gran parte del peso de la paternidad en su mujer, Michelle, Obama dijo que intentaba estirar al máximo el tiempo que pasaba con sus dos hijas.

También recalcó que Michelle y él habían intentado inculcar un sentido de responsabilidad en las niñas en la famosa casa de Washington.

"Puede que Sasha y Malia vivan en la Casa Blanca estos días, pero Michelle y yo nos aseguramos de que hagan los deberes, cumplan con sus tareas diarias y saquen a pasear al perro", afirmó.