Histórico

Profesor fue testigo privilegiado de la erupción del Villarrica: "La imagen era imponente"

José Luis Palma, geólogo de la U. de Concepción, estaba a 8 km del cráter junto a tres estudiantes.

A sus 40 años y luego de llevar meses estudiando la actividad del volcán Villarrica, José Luis Palma, geólogo y profesor del departamento de Ciencia de la Tierra de la U. de Concepción, nunca se imaginó que estaría tan cerca de la erupción ocurrida la madrugada de ayer. Esto, porque junto a tres de sus estudiantes monitoreaba la actividad en unos equipos instalados el pasado fin de semana, cuando de repente el macizo comenzó a iluminarse hasta transformarse en un flujo de lava vertical.

"Estaba muy oscuro, nosotros llegamos por el lado del parque hasta el límite de exclusión que puso la autoridad (unos 8 km del cráter). Había otros autos con otras personas y personal de Carabineros que resguardaba, porque las dos noches anteriores el volcán había mostrado una actividad bonita, parecían fuegos artificiales dentro del cráter, pero en ese momento nadie se esperaba lo que veríamos. Fue espectacular, desde donde estábamos la imagen era imponente", relató el profesor.

De inmediato Palma comenzó a sacar una secuencia de fotos (ver galería) en la medida que la actividad crecía: "Empezó a aumentar como a las 2.55 (de la madrugada). Cinco minutos después fue más fuerte y así siguió cada vez más rápido hasta llegar al clímax. Se escucharon ruidos desde que comenzaron las fuentes de lava. En general los ruidos no eran muy fuertes o estruendosos, pero cuando la actividad se intensificó se escuchaban explosiones y fuentes de lava. Mucha gente comenzó a evacuar. Yo tomé mis cámaras y a los estudiantes y nos subimos en la camioneta. No sé lo que hubiera hecho si hubiese estado solo, tengo sentimientos encontrados".

Ximena González es una de sus estudiantes de Geofísica. Cuenta que al minuto de la erupción "no tenía  miedo, estaba como eufórica porque. Si bien se me pasó por la mente que podría ocurrir algo como esto, no tenía tanta esperanza de que pudiese verlo, de estar tan cerca y ver la columna eruptiva. Es una experiencia que jamás voy a olvidar y mis compañeros tampoco".

Para este grupo lo vivido tiene doble utilidad, ya que los estudiantes estaban haciendo su tesis relacionada con el volcán y Palma elabora un estudio sobre la actividad del macizo. Por ello los datos que arrojen los equipos instalados a sólo kilómetros del cráter son primordiales.

En las viviendas y comunas que rodean el volcán la emergencia se vivió con calma. Alicia Medina, vive en las faldas del volcán, por el lado de acceso al parque, y relata que "en la madrugada sentimos una explosión fuerte, empezamos a mirar y vimos que lanzaba lava lejos, pero no era tanto como pasó antes (1984 y 2000), así es que seguimos mirando no más, pero no salimos de la casa".

En tanto, Susana Troncoso, empresaria turística, estaba preocupada "porque tengo cabañas en el sector de Villa El Bosque y me avisaron que rompieron ventanales y entraron a robar".

Quienes no se veían tan preocupados eran los turistas extranjeros. Beth Sieguers, de Estados Unidos, dijo que "no sentimos miedo, sentimos emoción, porque nunca habíamos visto tan de cerca una erupción, sólo por la televisión. Nos íbamos mañana (hoy), pero ahora decidimos quedarnos más tiempo para ver qué pasa y tomar muchas fotos".

Alerta roja

Pese a que durante el día no hubo actividad visible en el macizo, la autoridad decidió mantener la alerta roja en 10 kilómetros a la redonda del cráter, lo que implica evitar el ascenso de personas y realizar una evacuación preventiva de los sectores de Zanjón Seco, Candelaria, Los Nevados, Los Riscos y Cerdúo, que se calcula es de unas mil personas.

En el último sector, ayer se registró un aluvión que destruyó un  puente, aislando a 45 familias, las que, según el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, podrían "volver a tener conectividad en dos o tres semanas más. También hemos cerrado el abastecimiento de 25 sistemas de agua potable rural (APR) que se nutren de fuentes superficiales, esto de forma preventiva, a la espera de certificar que el agua está en buenas condiciones. No significa que queden sin agua, porque los estanques tienen agua de reserva".

El director de la Onemi, Ricardo Toro, dijo que se "han despachado elementos de emergencia, consistentes en carpas, colchones y frazadas a Pucón, para la habilitación de sectores de menor peligro en las zonas de La Península y Los Calabozos". Anoche, en su último reporte, la autoridad afirmó que 521 personas permanecían  en recintos acondicionados como albergues: 200 en Villarrica, 300 en Pucón y 21 en Panguipulli.

Para hoy se mantiene la suspensión de clases en Villarrica, Pucón y Curarrehue.

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