¿Pueden las aerolíneas ayudar más para frenar a al-Qaeda?
Interpol dice que la red sigue siendo la peor amenaza para la aviación y el transporte público y pidió a las empresas aéreas más colaboración.

Interpol, la mayor organización policial internacional, advierte sobre la amenaza vigente de al-Qaeda y los grupos afiliados a esta red, y pide a las compañías aéreas que colaboren con la creación de una base de datos global de pasaportes.
Las aerolíneas y otras formas de transporte público siguen siendo "el objetivo principal de los terroristas", incluso después de la muerte de Osama bin Laden, dijo Ronald Noble, secretario general de Interpol, según reporta la agencia de noticias Reuters.
Noble hizo estas declaraciones durante una reunión de la industria de la aviación en Singapur, y destacó que uno de cada dos pasajeros que viajaron en avión el año pasado pudieron pasar los controles sin ser revisados.
"Muchos países no cotejan los pasaportes con una base de datos de documentos perdidos o robados", dijo el jefe de la Interpol, que además pidió a las compañías "dar un paso allí donde fallan los gobiernos".
¿QUIÉN CONTROLA?
Consultado por BBC Mundo, Javier Taibo, experto en aeronáutica de la revista Airline 92, expresó que en esta materia se han "tomado medidas de seguridad desproporcionadas y a veces inútiles".
"Al-Qaeda sigue siendo una amenaza", acordó, "pero no sólo para el transporte aéreo, sino para todo el mundo".
También opinó que "las compañías aéreas hacen lo que exige la normativa vigente. Si además se espera que el personal detecte documentos falsificados, yo creo que eso corresponde a otros estamentos".
Además, "ya existen las bases de datos sobre pasajeros peligrosos", añadió Taibo.
La base de datos de Interpol, según recordó su secretario general, contiene datos de 16 millones de pasaportes perdidos y 12 millones de documentos de identidad.
Por su parte, el profesor Lorenzo Castro, del Instituto Superior de Estudios de Seguridad, cree que "este desplazamiento de la obligación de la seguridad hacia las empresas se corresponde a la lógica que estamos viviendo de la privatización de la seguridad, en última instancia los estados no pueden asumir la totalidad de las funciones de seguridad y se plantean que los sujetos sociales asuman parte de su seguridad".
UNA BASE DE DATOS GLOBAL
Al margen de que sean las compañías o los estados, compartir de forma global la información no parece una tarea sencilla.
De acuerdo al jefe de Interpol, existe cierta reticencia por parte de las aerolíneas a proporcionar datos de sus clientes.
Y por otro lado, según apuntó a BBC Mundo Lorenzo Castro, "los servicios de inteligencia y los aparatos de seguridad de los estados tienden a monopolizar sus fuentes de información, es un problema que viene de lejos".
"La intercomunicación total de la información por un lado es conveniente, a efectos de dar un marco más amplio de seguridad, pero por otro las mismas agencias de seguridad no son del todo partidarias, procuran reservarse parte de esa información que muchas veces puede estar comprometida con operaciones concretas de inteligencia", concluye Castro.
Mientras Interpol reclama más colaboración por parte de las aerolíneas, la industria de la aviación busca desarrollar sistemas de control -como la identificación personal por el iris - mas rápidos y eficaces, y menos molestos para los pasajeros.
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