La dimisión en abril pasado del obispo de Brujas, Roger Vangheluwe, tras confesar que abusó sexualmente de un menor de edad en los años 80, está provocando una cascada de peticiones de anulación de actas de bautizo por parte de "católicos defraudados" en Bélgica, informó hoy la prensa flamenca del país.

Según una encuesta realizada por el periódico "De Morgen" ("La Mañana"), en la ciudad de flamenca de Amberes se multiplicaron por tres las peticiones de anulación de actas de bautizo, hasta cerca de 400 en poco más de dos meses.

En Brujas, también en Flandes, el número de solicitudes en ese sentido pasó de las 119 (de 2009) a cerca de 300 desde abril pasado, según informa la radiotelevisión pública belga flamenca VRT.

"No podemos procesar tantas solicitudes. Estamos desbordados", afirma un portavoz del arzobispado de Amberes, a unos 60 kilómetros al norte de Bruselas. El procedimiento para anular un acta de bautizo se inicia con una carta al obispado correspondiente, de la diócesis donde el interesado haya sido bautizado.

Según el derecho canónico, la Iglesia puede decidir si procede a ello o no. Si lo hace, se trata de un mero acto simbólico, sin valor jurídico para la Iglesia, apunta "De Morgen".

La confesión el pasado abril de Roger Vangheluwe por haber abusado sexualmente de un menor familiar suyo en varias ocasiones en los años 80 fue la gota que colmó el vaso y reveló la gravedad del problema. El anterior primado belga, el cardenal Godfried Dannels, conocía esos hechos pero nunca actuó contra el obispo de Brujas.