Este miércoles, en Curicó, sucedió algo que pocas veces se ve en el fútbol. Renato González, jugador de Universidad de Chile, estalló en llanto al convertir su primer gol con la camiseta azul por Copa Chile.

Parecía un niño chico recibiendo un regalo inesperado. Sus lágrimas conmovieron a todos, incluso a sus rivales. Sus compañeros no entendían la situación. Sebastián Ubilla y Gustavo Canales corrieron a consolarlo, mientras el jugador formado en Palestino intentaba, infructuosamente, pasar inadvertido. Su emoción siguió por varios minutos. Cuando finalizó el primer tiempo, se retiró sollozando al camarín.

El hombre de El Bosque, comuna del sur de Santiago, está viviendo un sueño. Ese sueño que miles de niños fanáticos del fútbol esperan algún día cumplir: defender los colores de la camiseta que más aman.

“Me acuerdo cuando fuimos por primera vez al Centro Deportivo Azul. Fui a buscar a Renato en auto y él me venía siguiendo en el suyo. No sabía cómo llegar. Al momento de bajarnos, estaba muy emocionado y se tomaba fotos como un niño chico. Es apasionado por la U. Está cumpliendo un sueño”, revela Washington Castro, su representante. Además, repasa el momento en que le confirmó que su llegada al equipo de Lasarte se había concretado. “Fui a su casa y le dije que estaba todo en orden. No lo podía creer y, sinceramente, es uno de los momentos más lindo que hemos vivido. Su madre se puso a llorar de pura felicidad”, dice.

Su historia con Universidad de Chile comenzó a forjarse desde su infancia. No había festividad que no pidiese algo relacionado con la U. Cubrecamas con la insignia del cuadro universitario, poleras del equipo, o algo que le hiciera recordar en todo momento al equipo que marcó su vida.

A los 10 años, junto a su madre, comenzó a ir al estadio a alentar a los azules. Su ídolo era Leonardo Rodríguez y, siempre, se ilusionó con defender la camiseta estudiantil. “Se ponía detrás del arco, donde se pone la barra. Iba con su madre. Todos son fanáticos de la U en su casa. Hasta el perro tiene sangre azul”, agrega su representante, entre risas.

Ayer, en su hogar, el ex sparring de Marcelo Bielsa en la Selección recibió la visita de su hija Mía, de un año y ocho meses, que, actualmente, vive en Arica junto a su madre, Paola. Fue, seguramente, la coronación de una semana que nunca olvidará.

“Todos lo saben. Soy un hincha jugando en la U. Lo dije cuando llegué al club y lo he demostrado. Creo que esta camiseta no pesa para los jugadores que sentimos la pasión por defenderla”, dijo el volante de 25 años. “¿Qué me dijeron mis compañeros porque lloré? Se reían, pero son cosas que pasan. Me felicitaron y están todos muy contentos”, revela González.

Ayer, en el Centro Deportivo Azul, Renato fue uno de los más solicitados por los hinchas para tomarse fotografías. El fanático de la galería de hace unos años está jugando a ser futbolista.