Roger Federer tiene cuerda para rato. Al menos eso es lo que se desprende de las palabras de quien acaso es el más grande de todos los tiempos en la historia del tenis. A pesar de la opaca temporada que viene cumpliendo, el suizo aseguró que sigue sintiendo la misma pasión de siempre por el deporte en el que llegó a ser el rey indiscutido.

"Mi pasión está a la altura del cielo. Si la pasión no es más fuerte que todo el resto, el final está extremadamente cerca", dijo el ex número uno del mundo durante una rueda de prensa en Cincinnati, en donde se medirá con el alemán Philipp Kohlschreiber.

"Amo lo que estoy haciendo", indicó el número cinco del mundo, que viene de ser eliminado en la segunda ronda de Wimbledon y de pobres actuaciones en Hamburgo y Gastaad.

Federer, de 32 años, es dueño de cinco títulos en Cincinnati, el último Masters 1000 antes del Abierto de los Estados Unidos. Por problemas en la espalda, el suizo se ausentó la semana pasada del Masters 1000 de Montreal.