Un duro castigo fue el que recibió el rugbista galés Andy Powell, tras ser detenido hace algunos días por "manejar" ebrio un "buggy" de golf por una vía de servicios.

Powell ya había sido suspendido por el cuerpo técnico de su selección, "por comportamiento contrario al código de conducta del equipo". A ello se sumó la multa de mil 200 euros que deberá cancelar y a los 15 meses que le fue suspendida su licencia.

"Mi cliente lamenta que cualquier niño que le vea como un héroe pueda ahora pensar que este tipo de comportamiento es aceptable y quiere dejar claro que no lo es", dijo el abogado del jugador Conrad Gadd.

Powell, de 28 años de edad, juega en Cardiff Blues de tercera línea, ha sido 14 veces internacional y seleccionado con los Leones Británicos e Irlandeses en la gira que realizaron el pasado verano por Sudáfrica.