El príncipe Carlos y su esposa Camilla tendrán a disposición un BMW 760 blindado, dotado de todas las más sofisticadas medidas de seguridad, por lo que podrán evitar preocuparse de los asaltos de manifestantes contra sus vehículos oficiales, como sucedió en 2010 en Londres.

El automóvil fue puesto a disposición por parte de Scotland Yard para los herederos al trono.

Además del costo, cercano a los 535.000 dólares, provoca una discusión en el Reino Unido el hecho de que se trate de un vehículo alemán: por lo general la pareja real se desplaza a bordo de un elegante Jaguar británico.

Sin embargo, el BMW blindado es uno de los más seguros del mercado, según, dicen, solo después del Cadillac que transporta al presidente estadounidense, Barack Obama.

El nuevo auto oficial de Carlos está dotado, entre otras cosas, de alarmas para revelar la presencia de gas, dispositivos de oxígeno, visores nocturnos, y por las dudas micrófonos para hablar con el exterior.

Todo esto junto para evitar aquello que sucedió en 2010, cuando algunos protestantes rompieron una ventanilla del Jaguar del príncipe, derramaron pintura sobre el vehículo y apretaron el costado del cuerpo de la duquesa de Cornualles.