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¿Se puede amamantar y consumir marihuana al mismo tiempo?

Según especialistas, menores pueden presentar retraso psicomotor y síndrome de abstinencia producto del consumo de cannabis por parte de la madre.

El caso de una joven madre en Talcahuano que tiene prohibición de dar de mamar a su bebe después de reconocer que consumió marihuana una semana antes de dar a luz, ha levantado una serie de dudas.

Casos como este no son escasos, sobre todo en el sistema público, reconoce Francisco Navarro, neonatólogo de Clínica Bicentenario y también del Hospital San José.

Si una mujer que está amamantando consume marihuana, uno de sus compuestos el tetrahidrocannabinol o THC se libera en la leche, igual que como lo hace a través de la orina de esa mujer.

Según este especialista, entre el 2 y el 5% de la sustancia que está a nivel plasmático en la sangre de esa mamá pasa a través de la leche materna y por ella al bebé. Aunque parezca poca cantidad, para un cerebro en desarrollo es altamente significativo, dice este especialista.

“En general, se ha visto que estos niños, a partir del primer año de vida, pueden presentar retraso psicomotor. Se sientan más lento que los demás, comienzan la marcha también más tarde y también la socialización. Todos esos hitos, los hacen más tarde que un niño que no ha estado expuesto”, explica Navarro.

En el largo plazo, no se ha establecido retraso mental de estos niños pero sí alteraciones de lenguaje y de aprendizaje.

“En general, la madre que reconoce consumo de marihuana durante el embarazo, no es la única sustancia a la que han estado expuesta. Es habitual que también hayan tenido consumo de alcohol y otras drogas que las lleva a tener un embarazo mal controlado y un bebé con restricción del crecimiento”, cuenta el neonatólogo.

Durante las primeras semanas de vida, el consumo de marihuana por parte de la madre es más riesgoso para el bebé porque la barrera hematoencefálica que se supone debe protegerlo de sustancias peligrosas que puedan pasar directamente de la sangre al cerebro, no está desarrollada.

En la etapa de amamantamiento hay varios medicamentos que no están permitidos por la misma razón: son fácilmente traspasados al niño a través de la leche. Los sedantes, algunos antiepilépticos y antiinflamatorios están contraindicados durante el último trimestre del embarazo y los primeros meses de vida del bebé.

Keryma Acevedo, neuróloga infantil de la Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia (Sopnia) indica que hay efectos por exposición prenatal y postnatales, como alteraciones cognitivas y mayor sensibilidad a efectos de otras drogas de abuso y alcohol, entre otros. La exposición después del parto.

"Hay efectos agudos y  crónicos. Los agudos son similares a los que se observan una vez consumida la droga en pacientes de mayor edad, como somnolencia, euforia, efectos en el sistema cardiovascular, inyección conjuntival, e incluso impacto en el apetito. Lo más importante, sin embargo, son los potenciales efectos a largo plazo, donde se afecta el neurodesarrollo de los niños, comprometiendo el desarrollo psicomotor, el alcance de logros escolares y del aprendizaje e incluso una disminución del coeficiente intelectual", explica.

Juan Pedro Kusanovic, gineco-obstetra y especialista en Medicina Materno Fetal de la Red de Salud UC Christus, señala que cuando existe un consumo prolongado y en dosis altas durante el embarazo, hay un riesgo importante de parto prematuro, restricción de crecimiento e incluso de que ese bebé no nazca. “No está clara la razón específica, pero es lo que se ha visto en los estudios que hacen seguimiento a mujeres que embarazadas han consumido marihuana”, explica Kusanovic.

Al momento de nacer, estos niños tiene una disminución del tono muscular que finalmente les provoca un retraso en el desarrollo psicomotor. “En algunos casos también nacen con síntomas de abstinencia, más irritables, decaídos”, indica el especialista UC.

Al igual que la marihuana, el tabaco y el alcohol, hay también otras sustancias que se deben evitar en el momento de la lactancia. “Hay medicamentos que también pasan a la leche y pueden afectar al bebé, por lo que todos ellos deben ser indicados por el médico y en la dosis justa. Durante el embarazo y la lactancia, se pueden tomar antidepresivos, antibióticos, pero no cualquiera. Siempre se debe consultar con el médico antes”, señala Kusanovic.

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