Sobrevivientes a la tragedia aérea de Peñalolén ocurrida el 27 de febrero de este año, entregaron su testimonio a casi seis meses del fatídico hecho.

Aquel día, una aeronave modelo Cessna 220 cayó a primera hora de la mañana sobre una cancha de la municipalidad de Peñalolén, mientras un grupo de mujeres participaba de una clase de gimnasia entretenida. Dos carabineros y cuatro estudiantes de mecánica aeronáutica que iban abordo del avión murieron, al igual que siete mujeres que estaban en la superficie.

Una de las sobrevivientes fue Beatriz Fierro. La mujer de 41 años, que aún se recupera en el hospital del Trabajador, expresó en entrevista con TVN que mientras intentaba reincorporarse, "entre que miro el cielo, me salta una esquirla, y me corta la pierna", y luego se dio cuenta de lo que realmente había sucedido.

El Cessna había salido hace cinco minutos desde el cuestionado aeródromo de Tobalaba y aparentemente una falla en su único motor provocó la caída. Los familiares piden responsabilidades, mientras que se espera que la Dirección General de Aeronáutica Civil de a conocer el informe proveniente desde Estados Unidos respecto a lo que sucedió con el motor.

Fierro quedó con el 30% de su cuerpo quemado, y dijo que no perdió la conciencia. Gracias a ello, pudo ver a su hermana Mariana, que también estaba en el lugar: "Yo creí que estaba bien, porque la vi calmada, ella me miraba con mucho susto y angustia". Luego de la tragedia, fueron separadas. Once días después Mariana Fierro murió.

Luis Molina, padre y marido de Elizabeth y Ana, quienes murieron en el accidente, también pudo haber sido una víctima fatal del hecho. Llevó a su mujer y pequeña hija al lugar, e incluso alcanzó a ver cómo caía la avioneta.

Molina dijo que "intentó rescatarlas. Las vi, estaban las dos tiradas en el suelo", pero que fue demasiado tarde. Murieron calcinadas. Molina espera, ante la publicación del informe que se conocería los próximos días, "que pase algo, que digan algo". Hace dos semanas, familiares de las víctimas se reunieron con el fiscal de Aviación de Santiago, Patricio Morales, para reclamar sobre lo que calificaron una lenta investigación.