"Pensamos que los fanáticos como ustedes les gustaría entrar al cine, y sentirse sorprendidos", explicaba Kathleen Kennedy, la productora de Star Wars: El despertar de la fuerza, en un cine en el barrio de Polanco en Ciudad de México, frente a cuatrocientas personas (muchas de ellas, disfrazadas de Jedi, Leia, o con espadas láser en las manos). La mujer al mando de Lucasfilms, y la responsable de revivir la saga de George Lucas, explicaba por qué nadie conoce aún la trama de la historia del Episodio VII, por qué no mostrarían la película en avant premiere, o por qué diablos nadie sabe donde está Luke Skywalker. En estos tiempos de redes sociales, dijo la ejecutiva de Hollywood, es difícil mantener secretos. "Así que hemos trabajado muy duro para proteger la historia para ustedes, los fanáticos".

Kennedy estaba acompañada por dos de los actores de la película, que llegará a salas chilenas el jueves 17 de noviembre. Oscar Isaac (Inside Llewyn Davis), quien interpreta a Poe Dameron, piloto de la Resistencia, y la ganadora del Oscar Lupita Nyong'o (12 años de esclavitud), quien será el cuerpo y voz de Maz Kanata, una pirata intergalática y dueña de un bar que es creada digitalmente, viajaron hasta México para caminar por la "alfombra negra", y presentar, aunque no mostrar, la película.

Lo que sí adelantaron fue lo emocionados que estaban de crear y ser parte de lo que esperan, sea una Star Wars para la nueva generación. Así, Kennedy explicó que no es necesario haber visto los seis episodios anteriores para entender la historia, aunque ciertamente los fanáticos de las cintas originales y luego de su resurrección disfrutarán de los guiños, los regresos y ver a los clásicos Han y Leia -¿y quizás Luke?-, nuevamente: “Van a sentir que fue ayer cuando los vieron por última vez”.

La productora añadió que Rey, la protagonista interpretada por Daisy Ridley, es una especie de heredera en espíritu, ya que es independiente y fuerte, de Leia; y que probablemente haya parte del universo expandido de Star Wars, ese de los comics y Star Wars Rebels, formando parte de la nueva entrega. “Tomamos cosas de todas las películas anteriores, para hacer algo que resonara emocionalmente y que además fuera divertido”.

Por su parte Isaac contó que cuando le preguntó a Harrison Ford cómo interpretar de manera más real a un piloto, el hombre detrás de Han Solo le dijo, que, primero, esto no era realidad, y segundo, “estas son naves espaciales así que no tiene nada que ver”. El actor, nacido en Guatemala, habló con el público en perfecto español, mientras que Nyong’o, nacida en México y criada en Kenia, también se las arregló para contestar lo que pudo en castellano. La actriz, quien repitió una y otra vez que no podía contar mucho más de su personaje, ni cual era su escena favorita, ni su segmento de acción favorito, ni nada que rompiera el pacto de silencio alrededor de la cinta, sí prometió que todos se enamorarán de BB-8, el nuevo androide que ya es un éxito entre fanáticos.

Después, los embajadores de Star Wars sortearon premios como juguetes o figuras de la saga, con preguntas del tipo: “¿Qué significan las iniciales de J. J. Abrams, el director?” – respuesta Jeffrey Jacob-, o “¿Quién es la primera mujer Trooper?” – Gwendoline Christie-, ante el placer, los gritos, y entusiasmo de pregunta de los presentes. Antes de partir Kennedy les hizo otro regalo: mostrar siete minutos de la película. Y pidió a todos, seguir guardando el secreto, por una semana más, hasta que la Fuerza regrese, finalmente, a los cines.