Diego Costa es un frecuente protagonista en polémicas y encontrones con defensores rivales. Sobre todo cuando su elenco de turno, en este caso Chelsea, está perdiendo. Este era el caso en su visita ante Everton, ya que los londienses quedaron eliminados en cuartos de final de la FA Cup al caer por 2-0 en Goodison Park.

Costa se descontroló ante Gareth Barry, luego que el jugador de Everton le hiciera una falta. Primero lo encaró, lo mordió en el cuello y después hizo el gesto amigable para sacarse la expulsión. Pero Michael Oliver ya había visto todo, y no le quedó otra que expulsar al Lagarto.

Chelsea cierra un año nefasto: Está décimo en la Premier League, fue eliminado de Champions y de FA Cup en tres días y se le vienen meses donde no peleará por prácticamente nada.