Jaime Valdés estaba serio en la cancha del estadio Nacional. El volante se quedó sin jugar la final de la Copa Chile por haber sido expulsado ante Universidad Católica y reflejó esa amargura mientras sus compañeros celebraban. Recién esbozó una sonrisa cuando Esteban Paredes le pasó el trofeo obtenido ayer ante Everton.

Y es que salvo por el título, el año no terminó de la mejor manera para Pajarito. De hecho, por primera vez desde que fichó en Colo Colo, en enero de 2014, el mediocampista cerró un semestre sin anotar ningún gol en Colo Colo.

En el Clausura 2014, el formado en Palestino hizo tres goles; en el Apertura 2014, anotó cuatro; mientras que en los torneos de Clausura 2015, Apertura 2015 y Clausura 2016 convirtió en dos ocasiones.

Esta vez, sin embargo, no pudo concretar ninguna ocasión, registrando así sus peores seis meses en cuanto a producción goleadora desde que viste la camiseta alba.

Pese a todo, para el técnico Pablo Guede es uno de sus jugadores más importantes, ya que lo considera clave en el funcionamiento colectivo del Cacique.