Una crespita hizo vibrar al país

La boxeadora nacional se convirtió en la gran revelación del 2014. Su imagen generó una especial relación con el público.




La temporada 2014 dejó una gran revelación: Carolina Crespita Rodríguez. La boxeadora nacional destacó por ser la primera chilena en ganar un título mundial  de este deporte, y defenderlo con éxito. Su imagen generó una especial relación con el público, que la convirtió en uno de sus personajes preferidos.

Este carisma también fue percibido por los 100 encuestados de La Tercera, quienes le dieron una amplia mayoría a la puentealtina, quien se impuso al tenista Nicolás Jarry y a la patinadora María José Moya, con quienes disputó hasta el final el cetro de mejor deportista nacional.

Por este motivo, la pugilista no esconde su emoción por el reconocimiento: "Es rico que sean tus pares los que vean el esfuerzo y el entrenamiento. Yo soy una deportista que no recibe recursos del Comité Olímpico, y cuesta mucho salir adelante".

Asimismo, agrega: "El cariño de la gente ha sido muy importante. He peleado cuatro veces por los títulos y gané todas mis defensas".

Rodríguez cree que en el último tiempo se ha producido un cambio en la percepción de su desempeño. "Pienso que se ha tomado más en serio mi trabajo, por parte del gobierno, de los municipios y las autoridades en general. Ven un trabajo profesional, que no es producto de la suerte", sostiene.

En este contexto, no se siente como una referente. "Me eligieron entre los Héroes del Deporte, entre las mujeres líderes, me reconoció el Círculo de Periodistas como la mejor en mi disciplina... Pero no me siento una referente. Estoy en la vitrina por algo que me gusta hacer, que es mostrar que el deporte es bueno para la gente, y todos ven que es positivo. Por eso me encantaría ayudar para que la cultura deportiva cambie", reflexiona.

Nuevos desafíos

Por estos días, la Crespita afina los detalles de su fundación, cuyo principal objetivo es mostrar los valores del deporte. "Estamos trabajando para conseguir los recursos", señala.

Pero esto no es lo único, porque las negociaciones para conducir un espacio en televisión abierta están muy bien encaminadas, mientras que en lo deportivo ya palpita su duelo por la unificación de las coronas de peso gallo ante la mexicana Jazmín Rivas.

"Todos los objetivos se han ido cumpliendo. Quiero ser campeona mundial de tres asociaciones, y estoy segura que así será. En un principio, la pelea sería en abril o mayo, y queremos hacerla en un lugar grande, para reunir a mucha gente", adelanta.

Esto último tiene que ver también con el semillero que quiere proyectar. "Queremos un recinto amplio, para que se muestren otros chicos, para que tengan la experiencia de pelear con mucha gente. Así pueden controlar el nerviosismo y también soñar con ser, algún día, parte del combate estelar", apunta.

Justamente, cuando estuvo en Argentina, la Crespita disputó varios preliminares. "Allá hice bastantes, pero el que más me gustó fue uno en que me tocó combatir antes de una pelea de la campeona Carolina Duer, porque dijeron que mi pelea fue mejor que la de ella", recuerda.

Por último, agradece a su entrenador, Claudio Pardo: "Para lograr un campeón, no sólo hay que tener un deportista que quiera serlo. Debe existir un entrenador que quiera moldear a un campeón. Nosotros tuvimos la convicción de que la íbamos a hacer, a pesar de no tener nada".

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