Histórico

Verano de Goliat, una apuesta fuerte para el Festival de Valdivia

La cinta mexicana acaba de ganar la sección Horizontes en Venecia e integra la Competencia de Largometraje Internacional del certamen sureño.

Por "atravesar con gracia y desenvoltura la sutil línea que separa la ficción y el documental, contando de manera fascinante los misterios de la vida y de la muerte en un remoto pueblo de México", fue definida la cinta mexicana Verano de Goliat, de Nicolás Pereda, para obtener el prestigioso premio Horizontes, del Festival de Cine de Venecia, hace poco más de una semana.

Con este galardón, el segundo en importancia del certamen italiano, el filme llega al Festival de Cine de Valdivia para integrar la Competencia de Largometraje Internacional, donde por antecedentes es la cinta -junto a la chilena Post mortem- con más pedigrí que se presenta en el encuentro sureño que se inicia el 14 de octubre.

"Su principal valor radica en la exploración de distintas posibilidades de relato, la reflexión sobre los procesos de representación en el cine y la instauración de zonas de misterio, de elementos poco predecibles y sin una explicación lógica aparente", explica Raúl Camargo, programador del festival valdiviano sobre el filme de Pereda.

El realizador, de 28 años, vive entre México y Canadá y en sus cinco películas ha fusionado los límites entre ficción y documental, donde más que la observación lo que le interesa es tensionar las estructuras del relato en base a argumentos tenues y actores no profesionales. "El trabajo de Pereda destaca porque sus no actores vienen trabajando con él a lo largo de toda su filmografía", rescata Camargo.

Verano de Goliat narra un día cualquiera de una serie de personas de un pueblo rural mexicano, donde se cruzan temas como la muerte, la infidelidad o la escasez de recursos. La cinta mezcla una historia principal con los testimonios de los personajes fuera de la ficción y con distintos niveles de narración.

"Es un retrato, porque traté de utilizar a la gente que estaba en el poblado en que filmé, con sus tópicos, los emigrantes, la impunidad, el hombre que deja a su mujer", comentó en Venecia el director Pereda.

Sobre la ubicación del director en el activo y emergente panorama del cine mexicano, Camargo señala que se trata de un "outsider dentro de la cinematografía mexicana. Vive en Canadá, pero filma en México. A sus 28 años ya cuenta con cinco largometrajes a su haber, todos realizados con bajo presupuesto, reiterando constantemente el mismo equipo y elenco. Pereda escapa de la lógica latinoamericanista ligada al relato costumbrista o de emergencia social, aunque los personajes de su cine sean parte del estrato social más bajo", explica.

Pero a diferencia de otros cineastas latinoamericanos que juegan a desestructurar la ficción, como Carlos Reygadas o el chileno José Luis Sepúlveda, Pereda se centra en las posibilidades del lenguaje y la representación, donde utiliza recursos como las entrevistas -propias del género documental- con diversas ficciones, junto a la "instauración de zonas de misterio, de elementos poco predecibles y sin una explicación lógica aparente", como lo define el programador del Festival de Cine de Valdivia.

Verano de Goliat estará en La Competencia de Largometraje Internacional junto a las cintas La vida útil (Uruguay), Tilva Rosh (Serbia), Cold Weather (EEUU), Foreign Parts (EEUU, Jean Gentil (Rep. Dominicana) y Ocaso (Chile), entre otras.

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