Acompañar en contexto de emergencia



Por Daniel Crespo, coordinador nacional Unidad Apoyo a la Mejora Mineduc

La situación de crisis y emergencia provocada por la pandemia del Covid-19 ha golpeado fuertemente al país, alterando la vida cotidiana y el funcionamiento del sistema escolar en su conjunto, frente a lo cual los equipos escolares han debido desplegar el máximo de sus esfuerzos, compromiso y creatividad para afrontar la suspensión de clases presenciales y todas las dificultades que ella implica.

En este contexto, una de las principales preguntas que surgen es cómo cautelar que los establecimientos, especialmente aquellos en contextos más vulnerables, puedan continuar acompañando y apoyando las trayectorias escolares de sus estudiantes. El Ministerio de Educación ha dispuesto una serie de apoyos para las comunidades educativas, y, probablemente, uno de los más silenciosos, pero fundamentales, es el apoyo técnico de la supervisión ministerial.

El Sistema Nacional de Supervisión está conformado por cerca de 700 profesionales que brindan apoyo técnico pedagógico a nivel nacional a más de 5.000 escuelas y liceos, lo que representa casi la mitad de los establecimientos subvencionados del país. El contexto actual ha llevado a desarrollar una asesoría remota a través de medios sincrónicos y asincrónicos. Solo durante la pandemia, se han realizado más de 6.200 reuniones técnicas remotas, lo que permite apoyar las trayectorias de alrededor de 2 millones de estudiantes en 1254 establecimientos de categoría insuficiente o medio bajo.

En un artículo reciente del New York Times, titulado “A Visit to 5 of Patagonia´s Most Remote SchoolHouses”, el medio destacada el aporte que significan las redes rurales. Efectivamente, éstas han constituido un apoyo fundamental para los establecimientos que demandan una especial atención. La asesoría en red, que desde el 2019, ha funcionado los mismos principios de la estrategia nacional de supervisión y se ha traducido en 2.024 reuniones remotas donde han participado un total de 3.862 escuelas. En resumen, durante la crisis sanitaria, la supervisión Mineduc ha atendido de manera focalizada a más de 5.116 establecimientos.

Desde el 2019, este equipo ha trabajado con un ciclo estratégico común a nivel nacional que busca planificar cada reunión de asesoría en cinco momentos: i) análisis de datos; ii) elección de un foco de mejora; iii) elección de una acción de mejora; iv) planificación, modelamiento y práctica de la acción; v) monitoreo y evaluación de la acción. Dicho ciclo se repite para preparar, realizar y monitorear cada una de las visitas, cuya frecuencia puede ser quincenal o mensual, dependiendo de la necesidad del establecimiento.

Si bien la estrategia contempla, en situaciones regulares, el abordaje de ocho focos, cada uno con acciones concretas, estos se ha adecuado a las necesidades y recursos del sistema escolar en el contexto de confinamiento y suspensión de clases presenciales. Esto entrega a los establecimientos una orientación de acciones acotadas para desarrollar los aspectos prioritarios que, de acuerdo a la evidencia nacional e internacional, son necesarios para dar continuidad al proceso educativo. Los focos de trabajo están ligados a los estándares indicativos de desempeño, que son los indicadores con los que la Agencia de la Calidad evalúa y orienta a los establecimientos.

Así, el foco del acompañamiento actual es: i) reforzar la vinculación de las escuelas con estudiantes y sus familias, cautelando su salud física y socioemocional; ii) apoyar la organización del ambiente escolar, de manera que este sea protector y propicio para el aprendizaje, tanto en la modalidad remota como presencial; iii) apoyar la implementación del currículum priorizado, así como estrategias de retroalimentación a los estudiantes, de manera de minimizar las brechas y rezagos en los aprendizajes y iv) implementar estrategias para prevenir la deserción escolar. El propósito final es resguardar las trayectorias educativas de todos los estudiantes, brindando el máximo de los esfuerzos para que no vean alterado su proceso formativo.

Así, la idea de toda la estrategia es concentrarse en acciones acotadas y medibles que permitan desarrollar capacidades en directivos, docentes y asistentes de la educación en base a tres pilares fundamentales: la práctica constante, la retroalimentación permanente y el monitoreo de los aprendizajes.

Los resultados preliminares de una encuesta realizada por el Ministerio de Educación a los establecimientos que reciben apoyo técnico ministerial, revela que el 81,3% de los equipos directivos declara haber notado cambios positivos en la forma de acompañamiento ministerial, con focos más claros de trabajo, acciones más concretas y cercanas a sus necesidades y encuentros breves y acotados. Ello da cuenta de una estrategia que ha ido consolidando avances que son perceptibles por los líderes educativos a solo 6 meses del inicio de su implementación. El 77% de los equipos directivos declara haber logrado adaptarse bien a la modalidad de asesoría remota.

Estamos convencidos, hoy más que nunca, que la muchas veces silenciosa labor del Ministerio de Educación aporta sustancialmente a que, todos los estudiantes, independiente de su contexto y aun cuando los procesos sean remotos, encuentren en la escuela un espacio seguro, protector y de contención.

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