Antecedentes para un diálogo nacional

La columna está escrita en conjunto con María Cristina Escudero, del INAP de la Universidad de Chile, y con Rodrigo Márquez de Flacso Chile.

En estos momentos en que Chile necesita diálogo e instancias de acercamiento entre quienes demandan legítimamente cambios por un país más justo y las instituciones representativas que deben ofrecer los canales de solución a esas demandas, queremos destacar la experiencia de los "encuentros locales autoconvocados" o ELAs, que se realizaron en 2016. Este mecanismo es un antecedente valioso que nos recuerda que tenemos la capacidad de generar instancias de deliberación en un clima de respeto y tolerancia.

La llamada "Fase participativa del proceso de debate constitucional", impulsado por las autoridades de la época, fue un proceso de participación social que convocó a más de 200.000 personas. La fase inicial de ese proceso incluyó dos formas de participación: por un lado, una instancia de participación individual a través de una encuesta autoaplicada vía un sitio web. Por otro, se llevaron a cabo los Encuentros Locales Autoconvocados (ELA), una forma de participación colectiva que consistió en encuentros que cualquier grupo de ciudadanos interesados podía organizar siguiendo una metodología determinada. En ambos tipos de instrumentos las personas debían priorizar los temas de su interés. En el caso de los ELA, además de indicar los temas priorizados, los grupos ofrecieron fundamentos de su decisión todo lo cual quedó consignado en actas y fue sistematizado íntegramente.

Más allá de la metodología de participación y sus restricciones, las personas que concurrieron a cada una de esas instancias expresaron opiniones relevantes. Solo por mencionar algunos resultados: se priorizaron temas como, la justicia, la igualdad, la preocupación por los derechos humanos, por el medio ambiente, por la educación, la salud, la participación social y la descentralización. Los informes que incluyen todos los resultados, y sus fundamentos, son públicos y fueron entregados a la Biblioteca Nacional. En la actualidad están disponibles también en http://uchile.cl/ap158809

Frente al momento actual de Chile, como comité que lideró la sistematización de esa información, nos parece valioso invitar a revisitar esos contenidos. Hacerlo puede servir para adquirir una mejor y más profunda comprensión acerca del origen de las demandas y aspiraciones actuales de las personas respecto de Chile. De igual manera, y dado que hoy se consolida entre los actores públicos la convicción que es necesario realizar un nuevo proceso de diálogo social, creemos que esos contenidos pueden ser también un insumo útil para obtener aprendizajes valiosos para el éxito de ese objetivo. Por cierto, disponer de los resultados de esa experiencia anterior no reemplaza la necesidad actual de un proceso de diálogo y participación con sus propios objetivos, pero lo pueden apoyar en su profundidad y eficacia. Honrar esa participación previa, al menos recordándola y aprendiendo de ella, puede ser también una manera de contribuir a darle sentido al hecho de sumarse a una nueva convocatoria.