¿Anticipo de una relación renovada con Bolivia?

río silala


SEÑOR DIRECTOR:

El fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre la demanda de Chile en contra de Bolivia por el uso de las aguas del río Silala es una buena noticia para nuestro país, tanto desde una perspectiva jurídica, como de relaciones internacionales.

En cuanto a la primera, las consecuencias son relevantes, puesto que las sentencias de la CIJ son vinculantes, definitivas e inapelables, no pudiendo las partes actuar en contravención a las declaraciones y decisiones del fallo. Con ello, de impedirse el uso razonable y equitativo de las aguas del Silala a Chile, eventualmente generaría un caso de responsabilidad internacional, pudiendo recurrir nuestro país a un nuevo caso contra Bolivia ante la CIJ o bien, inclusive, recurrir al auxilio del Consejo de Seguridad, conforme a lo previsto en la Carta de las Naciones Unidas.

La segunda perspectiva también cobra vital relevancia. Si bien el fallo reconoce el derecho de Bolivia a desmantelar los canales existentes que facilitan el flujo de las aguas del Silala, lo cierto es que ello no implica que se pueda impedir el flujo de las aguas a nuestro país o modificar la composición de las mismas. En consecuencia, considerando que desde hace casi cuarenta y cinco años que Chile y Bolivia no cuentan con relaciones diplomáticas formales, las declaraciones y decisiones del fallo de la CIJ debieran incentivar a ambos estados a realizar un trabajo en conjunto que permita su cumplimiento.

En el mejor de los casos, este fallo puede ser el puntapié inicial de una relación renovada entre ambas naciones, donde aspectos como el comercio, la lucha contra el crimen organizado, la migración ordenada y, finalmente, las personas sean favorecidas. Depende ahora de la clase política de ambos países que esta resolución dirija por un buen camino.

Nicolás Vassallo

Abogado, profesor de Derecho Internacional

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