Capital humano 4.0

07 Agosto 2017 Trabajadores oficina, empleo, pensiones, jubilados, Foto Andres Perez 07 Agosto 2017 Trabajadores oficina, empleo, pensiones, jubilados, Foto Andres Perez

La tecnología no es sinónimo de canibalización de empleos; muy por el contrario, su implementación contribuye a difundir nuevos conocimientos, instalar capacidades, potenciar talentos y abrir nuevos campos laborales basados en la colaboración, la transparencia de datos y confianza.



Históricamente, los grandes cambios tecnológicos han implicado transformaciones sociales. Lo vimos con la masificación de internet o mucho antes, cuando los computadores reemplazaron a las máquinas de escribir. El mundo laboral no está ajeno a estas transiciones. Hace varias décadas, la profesión de ascensorista fue muy popular, pero terminó con la aparición de los ascensores automáticos. Algo similar sucedió con las operadoras telefónicas. Hoy vivimos un proceso de aceleración digital inédito, que abrirá como nunca las puertas a nuevos cargos y conocimientos, pero que requerirá de un capital humano 4.0 capaz de concretarlo.

La clave estará en lograr una reconversión del trabajo exitosa. El Foro Económico Mundial proyecta que para 2025 podrían dejar de existir 85 millones de empleos. Sin embargo, podrían crearse otros 97 millones empleos si se logra equilibrar la fuerza laboral actual con las tecnologías emergentes. En ese sentido, lejos de ser una amenaza, la automatización de los procesos productivos puede ser una oportunidad real para crear nuevos y mejores empleos, siendo que demandará profesionales y técnicos especializados para avanzar hacia una industria más eficiente, limpia y segura.

¿Cómo aprovechar esta gran posibilidad que se nos presenta? Debemos prepararnos cuanto antes con estrategias que permitan avanzar en esta dirección. Se trata de un desafío no sólo para las gerencias de recursos humanos: para contar con talento especializado y digitalizado se requiere un esfuerzo colaborativo integrado. Esto se traduce en una conexión entre la academia, el ámbito público y el sector privado, a fin de sintonizar la oferta formativa con los requerimientos del mercado y los nuevos desafíos tecnológicos. Asimismo, será imperativo instalar una cultura del aprendizaje a nivel transversal, que permita estar en sintonía constante con los rápidos despliegues tecnológicos, con una mirada siempre de largo plazo.

El arribo de nuevas tecnologías al país será una gran oportunidad para impulsar la transformación digital del capital humano. De la mano de herramientas como la Inteligencia Artificial, el IoT y la Analítica Avanzada; cuya implementación requerirá de profesionales capaces de introducir y generar innovación tecnológica en las empresas, ocupando cargos en gerencias o directorios que les permitan cumplir ese objetivo.

La tecnología no es sinónimo de canibalización de empleos; muy por el contrario, su implementación contribuye a difundir nuevos conocimientos, instalar capacidades, potenciar talentos y abrir nuevos campos laborales basados en la colaboración, la transparencia de datos y confianza. Un futuro más inteligente no dependerá del desarrollo de redes, sistemas o equipos, sino que estará supeditado a la capacidad de humanizar la tecnología y, en definitiva, comenzará el siguiente paso evolutivo de la industria, que contribuirá al desarrollo sostenible de nuestro país y su gente.

-El autor es Director de Recursos Humanos de Claro Chile

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