Ciudades esponja

Ciclista paseando en Singapur.


SEÑOR DIRECTOR:

Las recientes inundaciones y el calor extremo, sumados a la escasez hídrica en verano, destacan la urgente necesidad de reconfigurar nuestras ciudades para enfrentar estos desafíos climáticos. En este contexto, propongo avanzar en la implementación de la agenda de “ciudades esponja”.

Este concepto se basa en diseñar espacios urbanos que absorban, retengan y utilicen el agua de manera eficiente. Este enfoque no solo mitiga el riesgo de inundaciones al mejorar el drenaje natural, sino que también contribuye a la gestión sostenible del recurso hídrico y a la creación de áreas verdes que reducen el efecto de isla de calor urbano.

Ciudades como Singapur y Wuhan han adoptado exitosamente este modelo, incorporando jardines de lluvia y pavimentos permeables. En China, el Área Especial de Shanghai Lingang también actúa como una “ciudad esponja”, con espacios verdes diseñados para absorber el exceso de agua de lluvia, moderar las temperaturas y reducir la erosión. Según la ONU, China espera que el 80% de sus áreas urbanas absorba y reutilice al menos el 70% del agua de lluvia para 2030.

En la Región Metropolitana, el 50% de las comunas está actualizando sus planes reguladores, ofreciendo una oportunidad para incluir estos principios; el principal desafío es la coordinación institucional y la inversión inicial en infraestructura verde. La adopción de las ciudades esponja puede transformar a Santiago en una urbe más resiliente y sostenible. Implementar esta agenda no solo responde a la emergencia climática actual, sino que también sienta las bases para un futuro urbano más seguro y sostenible.

Felipe Arteaga E.

Arquitecto urbanista

Escuela de Arquitectura y Centro de Políticas Públicas

Universidad Finis Terrae

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