Opinión

Columna de Carmen Gloria López: Mujeres y la Sofofa, sesgos inconscientes

Sofofa

La Sofofa tuvo elecciones esta semana. La buena noticia es que casi un cuarto de su consejo general estará compuesto por mujeres (subimos de 7% en 2017 a un 23%). La mala noticia es que menos de un cuarto de su consejo general estará compuesto por mujeres, a pesar de ser la mitad de la población y la mitad de los clientes de esta asociación que se autodefine como la “más importante, representativa y diversa institución empresarial del país”.

El problema no es la Sofofa, que, de hecho, modificó sus requisitos para aumentar la posibilidad de postular a mujeres. El problema es la ausencia de ellas en el alto mando de las más importantes compañías privadas chilenas (bajo 8% de directoras, bajo 10% altas ejecutivas). ¿Por qué estas empresas no logran integrar a la mitad del talento disponible en el país?

Innumerables herramientas culturales promovidas por hombres y mujeres durante milenios instalaron una serie de estereotipos que filtran la información que recibimos, procesamos y recordamos. Creemos que las mujeres son cálidas y los hombres competentes, que nuestro territorio es el cuidado de los otros y el de ellos el del desempeño individual, que nuestra prioridad es la familia y la de ellos el trabajo. Estas ideas funcionan como sesgos inconscientes, a pesar de no tener asidero alguno en la realidad, según demuestran decenas de estudios recopilados por Naomi Ellemers en su publicación Gender Stereotypes. Son creencias falsas que afectan a ambos sexos. Les dicen a ellas que no son capaces, a ellos que el mundo del poder es lo suyo. Son creencias tan arraigadas que nos atrevemos a afirmar que no tenemos sesgo alguno. Eso hicieron, por ejemplo, varios directores de orquestas sinfónicas que aseguraban que el género no influía en sus decisiones, hasta que empezaron las conocidas “audiencias ciegas” y la contratación de mujeres subió en un 55% gracias a un simple biombo.

¿Por qué es importante integrar mujeres a los gobiernos corporativos o a las orquestas sinfónicas? Elijo aquí una razón que debería hacerles sentido a varios miembros de la Sofofa: mejora los resultados, porque duplica la competencia. Los hombres han tenido una especie de “subvención por ausencia”, porque solo han competido entre ellos. El mundo corporativo tendrá un mejor desempeño si agranda la fuente de talentos donde busca, disminuye estos sesgos inconscientes y evita la tendencia a rodearse de similares, lo que Aviva Wittenberg-Cox llama “autorreplicación”. Si la idea es desarrollar la empresa y agregar valor, menos de un cuarto es aún una mala noticia.

Carmen Gloria López es periodista, guionista y escritora. Exejecutiva de TV.

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