Columna de Issa Kort: TPP11, ¿Bachelet o Trump?

Puerto de Valparaíso. Foto: Mauricio Miranda


Por Issa Kort Garriga, ex embajador de Chile ante la OEA.

La decisión tomada por los comités parlamentarios del Senado, de poner en votación el mentado CPTPP o TPP-11, es una buena noticia para nuestro país, para la democracia, para el progreso, emprendedores y trabajadores, pero, al parecer, es una mala noticia para las coaliciones que dicen apoyar al gobierno de Gabriel Boric, porque en vez de acatar una decisión reglamentaria, la prefieren atacar, con inusitada desesperación, generando la pataleta de unos consentidos, pero sin sentido.

La presencia de Chile en el Océano Pacífico no es casual ni anecdótica. Nuestro país tiene la costa más larga del mundo en aquel mar que por siglos separó a oriente de occidente, pero que hoy se ha consolidado como un puente activo y dinámico entre ambos hemisferios. La hegemonía del Pacífico, en el concierto mundial, no es casual, se ha logrado gracias a la vocación integradora y la conciencia estratégica de diversos países que entienden las enormes oportunidades geopolíticas, económicas, sociales y culturales que nos da la integración multilateral.

Chile ha sido un protagonista reconocido por su interés, liderazgo e influencia en el Pacífico. El TPP-11 surgió, justamente, gracias a la convicción y empuje que tuvo la Presidenta Michelle Bachelet y el ex Canciller, Heraldo Muñoz, quienes encabezaron y mantuvieron negociaciones con los otros diez países que adhirieron a este acuerdo: Australia, Brunei, Canadá, Malasia, México, Japón, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.

La suscripción de este acuerdo se realizó en una sobria, pero significativa ceremonia, el 8 de marzo de 2018, sellando el principal legado del segundo gobierno de Michelle Bachelet en materia internacional, ya que nuestro país no sólo sumaba una trascendental herramienta de integración multilateral, sino que también reafirmó nuestra presencia en el Océano Pacífico como política de Estado. El posterior trámite legislativo le correspondió administrarlo al segundo gobierno del Presidente Sebastián Piñera, que a pesar de ser de una coalición opuesta, no tuvo dudas sobre el acuerdo y le entregó total apoyo en las distintas comisiones legislativas en el Congreso Nacional.

Los cuestionamientos sobre este instrumento de integración no tardaron en llegar. El ex Presidente de Estados Unidos, el republicano Donald Trump, anunció que la principal potencia continental se retiraba del TPP, rompiendo un paradigma histórico de integración. Paralela y paradójicamente, en Chile se alzaron voces y cuestionamientos con febles argumentos que terminan apuntando en la misma dirección que consiste en renunciar a este tratado e iniciar un proceso de aislamiento internacional

La decisión tomada por el Senado de votar el TPP-11 es una oportunidad para que el poder legislativo actúe libre y autónomamente y pueda decidir si su posición final es congruente con la de Michelle Bachelet, que se la jugó por el acuerdo, o cercana con Donald Trump, quien se retiró del tratado.

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