Columna de Iván Flores: Isapres: ¿Dónde están los US$ 1.000 millones de dólares?



Tras un absoluto hermetismo, en medio de la crisis que arrastra el negocio de las Isapres, que hoy está colocando en riesgo la continuidad de las coberturas y atenciones de salud de las personas, la Comisión Técnica  Asesora -convocada por la Comisión de Salud del Senado y mandatada para buscar soluciones y dar cumplimiento a los fallos de la Corte Suprema (Tabla de Factores y prima GES), entregó su informe, y la opinión pública quedó sorprendida, y con razón, ya que fue leído como un evidente “perdonazo” a la industria.

Lo primero en informarse fue que, sorprendentemente, los expertos miembros de la Comisión Técnica habían logrado rebajar, casi por arte de magia, la deuda de las Isapres desde 1.400 millones de dólares, estimados por la Superintendencia de Salud, a sólo 451 millones de dólares, y que éstos además, podrían ser devueltos a las personas en prestaciones y coberturas en un plazo de 10 años; sí, en el cómodo plazo de una década.

No siendo suficiente con esto, el informe propone que para disminuir el impacto de la pérdida de ingresos que tendrá la industria al aplicar las sentencias de la Corte Suprema, es vital que las aseguradoras puedan realizar tres nuevas alzas a los contratos de salud de sus afiliados y afiliadas. Tal cual, nuevas alzas para las personas.

Rápidamente, los cuestionamientos y la primera pregunta que muchos nos hicimos fue ¿cómo es posible rebajar en casi US$1.000 millones la deuda de las Isapres? Fue así como, insidiosamente algunos voceros comprometidos con el negocio de la salud trataron de instalar que el problema era el cálculo del regulador, apuntando a la Superintendencia. “Es un error metodológico”, dijeron.

Pero lo concreto, es que la única estimación posible de la deuda, que cumple con los criterios establecidos por el fallo de la Corte Suprema y con la normativa legal vigente, es la de US$1.400 millones, calculada por la SIS.

¿Por qué, se preguntará usted? Porque lo que no nos han dicho, estos voceros de las Isapres, es que para llegar a los US$451 millones que señalan los “expertos”, necesariamente se deben cambiar los criterios de la sentencia de la Corte Suprema y esto sólo es posible con una modificación a la ley vigente que debe ser aprobada por el Congreso. Entonces, podemos concluir, que el problema no es el cálculo de la SIS, sino la expectativa que tienen estos voceros funcionales al negocio de la salud, para rebajar a toda costa la deuda de las Isapres.

Entonces, ¿es esto un “perdonazo”?, en rigor, claro que sí, porque cada una de las propuestas son, objetivamente hablando, un salvataje financiero hecho a la medida para las Isapres. “Perdonazo” concordado y respaldado con los grupos de poder que por décadas han impedido que la salud sea un derecho para las personas y que inescrupulosamente hoy proponen salvar la industria de las Isapres con la plata de los mismos afiliados y afiliadas que por años han sido víctimas de los abusos del sistema privado de salud.

Finalmente y, entre todo este traje de confección a la medida, el escenario se complica más dada la evidente sensación de debilidad institucional del Minsal, el que a mi modo de ver y con el estado de cosas, estaría bueno que golpeara la mesa en representación de una ciudadanía que clama oír de una verdadera Reforma a la Salud en Chile y no de parches tímidos a los institucionalizados abusos.

Por Iván Flores, senador

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