Columna de Paula Benavides y Emilio Santelices: Crisis de Isapres: superar el inmovilismo

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A inicios de este mes, la Corte Suprema otorgó una segunda prórroga de seis meses para la aplicación de los fallos de noviembre de 2022 sobre tabla de factores (hasta mayo de 2024), de modo que el Congreso tuviera el tiempo necesario para tramitar el proyecto de Ley Corta de Isapres. Dicha iniciativa apunta a viabilizar la implementación de los fallos, resguardando la sostenibilidad financiera del sistema, de modo de asegurar el cumplimiento de las obligaciones y el acceso a la salud de las personas.

La incertidumbre jurídica es elevada. La prórroga concedida hasta ahora se refiere únicamente a los fallos de tablas, no al de primas GES de agosto de 2023, cuyo impacto financiero sobre el sistema es aún mayor. Este último se encuentra pendiente de implementación mientras se resuelven recursos interpuestos por las Isapres.

El escenario para el sistema de salud es crítico. Si en el corto plazo no se adoptan medidas oportunas, los riesgos de una quiebra sistémica son concretos. Asimismo, los alcances de esta crisis ya afectan a las personas, por ejemplo, a través mayores prepagos de su bolsillo para recibir posteriormente los reembolsos. A su vez, los traspasos de afiliados a Fonasa presionan la demanda por prestaciones en un sistema con importantes listas de espera. Mientras más se demore una respuesta, más complejos serán los problemas y menos espacio habrá para reformas estructurales.

Existen vías de solución, pero es fundamental abordarlas con sentido de urgencia, mirada sistémica, y reconociendo la magnitud de la crisis, que de seguir profundizándose pondrá en riesgo la protección de la salud de las personas.

El camino por recorrer tendrá varias etapas y transiciones. La comisión técnica transversal, con un mandato específico, entregó insumos y propuestas para la implementación de los fallos, con absoluto apego a lo establecido por los mismos y resguardando con medidas de política pública la sostenibilidad del sistema. Al mismo tiempo recomendó, tanto al Congreso como al Ejecutivo, avanzar de manera urgente en un trabajo técnico y político que permita el diseño y aprobación de cambios sustantivos a nuestro sistema de salud, para ser materializados con la mayor urgencia posible. Junto con viabilizar la implementación de los fallos en el corto plazo es necesario acordar respuestas a los problemas estructurales; avanzando en ambos desafíos en los plazos que requieren.

Los esfuerzos desplegados por la Comisión de Salud del Senado, por evitar el colapso del sistema, apuntan en el sentido correcto y la conducción por parte del Ministerio de Salud ha puesto el acento en la prioridad que hoy se requiere, una de lógica sanitaria. El envío en el más breve plazo de las indicaciones al proyecto de ley corta es hoy una urgencia, para que los colegisladores puedan entregar certezas jurídicas para el cumplimiento de los fallos y resguardar la sostenibilidad financiera del sistema de salud.

Por Paula Benavides, presidenta ejecutiva de Espacio Público, y Emilio Santelices, miembro Comité ejecutivo Centro de Políticas Públicas en Salud e Innovación UDD

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