
Columna de Rodrigo Castillo: Litio: Cambios acelerados en las condiciones de mercado, ¿dónde quedará Chile?

En los últimos días, el tema del litio ha vuelto a tomarse los titulares de los medios nacionales e internacionales que cubren temas económicos y mineros, de la mano de una discusión aún abierta acerca de cuál es la actual situación de mercado del litio a nivel global, sus perspectivas y el rol de Chile en esta industria.
La producción de litio, un elemento clave en la fabricación de baterías para vehículos eléctricos y otras tecnologías, se concentra actualmente en cuatro países: Australia, Chile, China y Argentina, que correspondieron a más del 96% de la producción mundial en 2021. Argentina ha estado ganando terreno en este ámbito, a pesar de no tener las reservas más grandes a nivel mundial. Bolivia, aunque posee las mayores reservas en el mundo, aún no figura como productor. Las condiciones de mercado han experimentado cambios significativos, con nuevos actores como Brasil y México emergiendo como potenciales productores.
Según Wood Mackenzie, la capacidad total en el mercado de carbonato de litio ha aumentado de 613 kt LCE en 2020 a 955 kt LCE en 2022, un 59% más que el nivel de capacidad para 2022 predicho, a modo de ejemplo, en un Informe de la FNE del 2018 (600 kt LCE), y se prevé que aumente aún más a 2,101 kt LCE en 2025, con una Tasa Compuesta Anual de Crecimiento (CAGR) del 28% en un período de cinco años. La capacidad total en el mercado de hidróxido de litio ha aumentado de 264 kt LCE en 2020 a 477 kt LCE en 2022, un 72% más que el nivel de capacidad para 2022 predicho por el mismo Informe (277 kt LCE), y se prevé que aumente aún más a 1,185 kt LCE en 2025, con una Tasa Compuesta Anual de Crecimiento (CAGR) del 35% en un período de 5 años.
La oferta mundial alcanzó aproximadamente 500.000 toneladas de carbonato de litio en 2021, y las perspectivas de crecimiento son diversas y cambiantes.
Chile ha experimentado un descenso en su participación en la producción de litio a lo largo de los años. Durante la década de 2000, tuvo una participación promedio del 40%, que cayó al 31% en la década de 2010, y más aún en los últimos años. A nivel regional, América Latina ha visto fluctuar su participación, siendo especialmente notables los esfuerzos de Argentina. Proyectos como la ampliación de explotaciones en Argentina y el Salar de Atacama en Chile apuntan a un incremento en la producción en los próximos años. Sin embargo, la competencia global, el incremento en la capacidad de Argentina y otros factores han cambiado la posición de Chile en este mercado crítico.
El mercado de litio ha experimentado una transformación significativa en los últimos 2-3 años debido a la intensa competencia, cambios geopolíticos, nuevos competidores, inversiones tecnológicas y políticas gubernamentales. A pesar de las fluctuaciones de precios, la demanda sigue en ascenso, impulsada por la transición hacia energías limpias.
Para Chile, la adaptación a este nuevo entorno es imperativa. Debe maximizar su ventaja de tener grandes reservas de litio, incorporando nuevos actores y tecnologías mediante alianzas estratégicas con productores locales y externos, todo dentro del marco de sostenibilidad ambiental y participación comunitaria. El tiempo para actuar es ahora, ya que el mercado está en un punto crítico y las decisiones actuales definirán el futuro.
Por Rodrigo Castillo, director académico, magíster en regulación económica UAI
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