Opinión

De centro y moderados

Por Alfredo Jocelyn-Holt, historiador

¿Los chilenos? Es lo que se ha estado predicando tras las primarias, en cuanto medio periodístico que ha querido promocionar la tesis; sin embargo, no convence.

Somos desde hace más de medio siglo un país fracturado, ahondando más que revirtiendo dicho quiebre. Nuestra supuesta “moderación” no ha impedido que siga habiendo oficinas y negocios tapiados, aterrados los vecinos de que los vuelvan a vandalizar. La nueva Constitución ha sido confiada a una mayoría de constituyentes convencidos que su poder deriva del 18-O. El PC de tanto en tanto evoca el fantasma y la extorsión les resulta. En liceos, universidades públicas, y en La Araucanía, la radicalización no es que vaya en retroceso. El sur sigue que arde. Al Instituto Nacional se lo han vuelto a tomar (reclaman clases presenciales para continuar “la lucha”). En un Chile así de despelotado efectivamente se va “de menos a más”. Se comienza con una toma universitaria y puede que se termine en La Moneda.

Lo otro que hace dudosa la tesis de la moderación es que nuestro gran problema siempre ha sido el centro político. Se le elige para cumplir dicha función y no se comportará como se espera: no tarda en volverse excéntrico o centrífugo. De ahí que si los del Frente Amplio llegan a moderarse por motivos tácticos, no significa para nada que resulten moderados. Lo mismo es válido para el candidato de derecha -Sichel- matriculado con esa otra tesis que afirma que hacer reformas evita revoluciones, la cual se ha demostrado una y otra vez falsa. A Allende y la UP no se les ocurrió nada que no haya ensayado antes Frei “moderadamente”, sus únicas diferencias, cuestiones de volumen y magnitud (e.g. la reforma agraria y la chilenización/nacionalización). Ironía de ironías, ambos gobiernos fueron superados por la (contra)revolución que iniciaran los militares capitalizando los logros revolucionarios anteriores. Obviamente, la dictadura tampoco fomentó la moderación.

¿Cuáles son entonces los motivos que llevan a insistir en este cuento? Una posibilidad es ansiedad, ganas desesperadas de que seamos de centro con todo lo ambiguo que ello implica. Otra es que rechazar que el país está polarizado es condición sine qua non de los que creen que la Transición fue exitosa y no se conforman con que el antiguo concertacionismo y el consensualismo de derecha estén en entredicho. A su vez para los medios periodísticos el sentir generalizado mainstream es poco menos que proporción aurea, y dan por sentado que con eso llegan a tener más audiencia. En el fondo, publicidad, que seguramente usted habrá notado no se critica, habiendo clientes detrás. De ahí que se machaque con lo que no es más que un eslogan, que Boric, Loncón, Bassa, y la Convención van “de menos a más”. De paso, evitan las malas noticias y tener que complejizar los análisis.

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