Derechos de autor y cultura



SEÑOR DIRECTOR:

Justo cuando somos testigos de diversos debates a su alrededor, dos celebraciones recuerdan la importancia de los derechos de autores e intérpretes. El Día Mundial del Libro y el Derecho de Autor, y el Día Mundial de la Propiedad Intelectual -23 y 26 de abril, respectivamente-, son fechas que enaltecen la creación como acto único e irrepetible, motor del progreso y la evolución, que solo se prolonga en el tiempo si es reconocido y protegido.

En materia cultural, esto es aún más claro: solo la abundancia y diversidad de obras permiten desarrollar la cultura, el patrimonio y el conocimiento. Por ello, resulta alarmante la liviandad y el sesgo con que autoridades y grupos que definen el rumbo del país abordan estas temáticas. De esos debates han emanado afirmaciones tan falaces como que los derechos de autores e intérpretes se oponen al acceso a la cultura, o que requieren de limitaciones en pro de ficticios equilibrios. Precisamente la protección es el principal incentivo a la creación, generando un círculo virtuoso y un marco de certeza que permite seguir creando. Pensar en sacrificar el derecho de autor como solución a políticas culturales deficientes no solo da cuenta de una mirada desinformada y limitada, sino también discriminatoria y prejuiciada hacia el mundo creativo.

Tras 189 años de reconocimiento constitucional, y de incontables luchas de nuestros creadores, constatar estas visiones hoy, en sociedades modernas donde los contenidos son el eje, nos desconcierta. Sin embargo, es también razón para celebrar con más fuerza el derecho de autor y la propiedad intelectual, porque cuando estos derechos se ven amenazados, es cuando más debemos enaltecerlos.

Rodrigo Osorio

Presidente

Sociedad Chilena de Autores e Intérpretes Musicales

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