Derechos Humanos, el corazón de la nueva Constitución



SEÑOR DIRECTOR

Chile vive un proceso histórico de cambio constitucional. Sus características inéditas han volcado los ojos del mundo a este proyecto colectivo, que concentra las esperanzas de todo un país para construir un futuro mejor.

Para hacer justicia a estas esperanzas, los derechos humanos deben ser el corazón de la nueva Constitución. ¿Por qué? Porque una Constitución basada en derechos es un instrumento efectivo para prevenir y abordar los desafíos o tensiones en sociedades que, como la chilena, demandan más democracia, más igualdad y más dignidad.

Chile ha ratificado los principales tratados de derechos humanos. En tanto compromisos internacionales, estas normas deben ser protagonistas de la discusión constitucional para su incorporación en el nuevo texto, y también en el ordenamiento jurídico e institucional que asegurará su cumplimiento: presupuesto, políticas, fiscalización, mecanismos de exigibilidad, entre otros.

En todo el mundo, las Naciones Unidas están comprometidas a prestar una asistencia constitucional respetuosa de la soberanía nacional, promoviendo los valores democráticos y en atención al contexto de cada país. Desde nuestro mandato, como ONU Derechos Humanos brindaremos apoyo técnico al proceso chileno mediante asistencia directa a la Convención Constitucional y actividades que promoverán las normas internacionales de derechos humanos. También fomentaremos instancias de participación significativa y sin discriminación, para que en el Chile del futuro no se quede nadie atrás.

Jan Jarab

Representante Regional Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos

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