Desconfianza



SEÑOR DIRECTOR:

El rechazo a la nueva Constitución se basa fundamentalmente en un hecho: la desconfianza en el uso que los chilenos le den a las instituciones que se crean. No es que dichas instituciones sean malas en sí, sino que se utilizarán imperfectamente, se politizarán, habrá amiguismo y toda otra serie de distorsiones catastróficas. Por eso, en el discurso del rechazo emerge la idea de que a todas las instituciones recién creadas, como bicameralismo asimétrico o el Sistema Nacional de Justicia, se les debieron haber instalado candados o cadenas que no les permitieran a los chilenos usarlas de acuerdo con su criterio, libremente, confiando en ellos, sino dentro del pequeño espacio que quedaría gracias a los nudos que las amarren. Y así, volveríamos a un poder vertical y autoritario que la gran mayoría queremos dejar atrás.

Paulo Adriazola Brandt

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