Descontrol en el blindaje de autos

SEÑOR DIRECTOR:

En medio de la delicada crisis de seguridad que vive el país, el blindaje de vehículos ha experimentado un explosiva demanda, no solo entre aquellos usuarios que legítimamente buscan proteger su integridad en sus traslados, sino también en quienes son precisamente los autores de los delitos e ilícitos que ocurren en el país.

Resulta sorprendente que, frente al actual escenario de inseguridad, con la ocurrencia de delitos cada vez más sofisticados y vinculados al crimen organizado, Chile no tenga un marco regulatorio que norme, controle y fiscalice este tipo de servicios de seguridad, tal como ocurre con otras naciones que adoptan exigencias mínimas para quienes intentan acceder a esta tecnología.

Actualmente, este tipo de negocios operan sin ningún tipo de regulación en nuestro país y es inaceptable que hoy no contemos con absolutamente ninguna normativa que ordene esta práctica y garantice que esta tecnología no favorezca el actuar impune de los delincuentes. Tal como está funcionando el mercado local de los blindajes de automóviles, estos servicios se están convirtiendo en una herramienta de apoyo para la actividad criminal, en vez de contribuir genuinamente a la seguridad pública.

Alberto Escobar

Director de Movilidad de Automóvil Club de Chile