¿Diversidad sin libertad?

SEÑOR DIRECTOR:
Parte de los anhelos que se escuchaban cuando se inició el proceso para redactar una nueva Constitución eran poder hacer un país más inclusivo y diverso, donde todas las realidades pudieran ser parte y desarrollarse en plenitud; un país donde se pudieran expresar las distintas realidades y emprender proyectos de vida propios.
La Convención ha ido avanzando y ya estamos en la recta final, y la sensación que va quedando es que la libertad de emprender y de elegir se va viendo cada vez más restringida. Estas últimas semanas, se votaron artículos relativos a los derechos sociales, en especial educación y salud, y contrariamente a lo que demuestran las encuestas sobre las preferencias de los chilenos, los convencionales optaron por restringir y limitar las posibilidades de elección, coartando el rol de la sociedad civil y el sector privado en su provisión.
Elegir no es solo preferir una comuna e infraestructura de un determinado servicio, sino que es optar por una mirada pertinente al propio proyecto de vida personal.
Cabe preguntarse cómo vamos a asegurar un espacio para la diversidad de miradas que tanto enriquecen nuestro país y a la sociedad en su conjunto limitando la posibilidad de elegir y de crear.
Tenemos como país una sociedad civil presente, con la que hay que contar, y entregarle un nuevo trato. El Estado no debe tener el monopolio de lo público, y es relevante que así sea, ya que es un garante de nuestra democracia, que se debe fortalecer, porque al final todos somos sociedad civil.
Paula Streeter E.
Red Pivotes
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