SEÑOR DIRECTOR:

Políticas públicas orientadas a la prevención pueden marcar la diferencia en la preocupante alza en las cifras de adolescentes infractores de ley, a la que refiere el editorial de ayer. Toda la evidencia existente plantea que para disminuir los factores de riesgo, es necesario fortalecer las acciones preventivas antes de los 10 años y estos esfuerzos se deben realizar simultáneamente en la comunidad, escuelas y familias. A través del desarrollo de esta clase de iniciativas podremos apoyar a las niñas y niños a mantenerse en el sistema escolar, así como también, a disminuir las situaciones de violencia que se viven al interior de los espacios educativos y en la comunidad.

Mejorar esos indicadores también pasa por trabajar en el acompañamiento de madres, padres o cuidadores en el proceso de crianza de sus hijos e hijas y por fortalecer factores protectores. Todo lo anterior, contribuye a disminuir las posibilidades de que puedan acercarse al mundo delictivo.

Para el Estado, llegar antes a la vida de las niñas, niños y adolescentes les asegura mayor bienestar y es decididamente más barato. Con una larga trayectoria de trabajo en el cuidado residencial, como Fundación Niño y Patria, hoy creemos en la necesidad de contribuir a este desafío país y fortalecer el trabajo en prevención para acoger a quienes más lo necesitan antes de que sea tarde.

Érica Ponce Figueroa

Directora ejecutiva

Fundación Niño y Patria