Entremos en la cancha de lo público

Palacio de La Moneda Foto: Victor Tabja

La tendencia hacia un rol social de las organizaciones es una realidad, solo que éste trasciende los factores ambientales y sociales para entrar también en los factores políticos y en potenciar sociedades prósperas y sólidas.


Estamos viviendo quizás uno de los períodos más políticos de los últimos años. A los cambios estructurales que surgieron como demandas sociales en octubre de 2019, se sumó el debate sobre cómo debe ser la nueva Constitución.

Un tema relevante, ya que la nueva Carta sentará las bases y marcará el destino de nuestro país por las siguientes décadas.

En este contexto, surge la necesidad de ampliar la participación en temas públicos hacia otros actores que tradicionalmente no participaban activamente en este tipo de discusiones.

No por nada el presidente de la Sofofa, Bernardo Larraín, llamó hace algunos días a los empresarios a profundizar su participación en la cancha de lo público, recordando que los populismos (con los peligros que conllevan) muchas veces surgen por omisión, más que por acción.

A nivel organizacional, por otra parte, llevamos años observando un cambio hacia liderazgos más involucrados con el entorno, el medioambiente y el ámbito social, por lo que tener ahora una voz en el plano político -especialmente en el resguardo de la democracia e institucionalidad del país- parece el paso lógico a seguir.

Todo lo anterior ha sido una suma de factores que nos enfrentan al desafío de eliminar ciertos paradigmas respecto de que las organizaciones privadas no pueden participar en diálogos relacionados con lo público, como si fueran mundos que se excluyen mutuamente.

No solo no es así, sino que para que una sociedad se desarrolle sobre pilares sólidos deben generarse las instancias participativas, que incluyan la opinión de todos los sectores y que inviten a un debate inclusivo y con la profundidad que el tema exige.

Lo anterior no se restringe solamente a la situación que estamos viviendo a nivel local, sino que se trata de una tendencia global que ha generado un movimiento hacia una mayor participación de privados en temas del ámbito público y en la solución de los problemas centrales que afectan a las sociedades alrededor del mundo.

La tendencia hacia un rol social de las organizaciones es una realidad, solo que éste trasciende los factores ambientales y sociales para entrar también en los factores políticos y en potenciar sociedades prósperas y sólidas. Como plantea B-Team (iniciativa creada por Richard Branson, para que las empresas y sociedad civil asuman un rol activo en la generación de economías más sustentables), los sectores como el privado deben asumir que son parte de la crisis del sistema, y -como tal- asumir que también son parte de la solución.

-El autor es Presidenta de Humanitas/Cornerstone

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