Esperanzas y realidades

partidos acuerdo por la paz


SEÑOR DIRECTOR

En la madrugada del viernes se logró un acuerdo político histórico para impulsar una nueva Constitución. La Bolsa de Santiago se recuperó por la señal de gobernabilidad política que transcendió del acuerdo y el dólar anotó un valor más positivo, impulsado por el anuncio de los partidos políticos y las medidas del Banco Central.

Todas son señales positivas y permiten respirar algo de primavera, después de cuatro semanas de malas noticias. Entre las protestas en la calle, los atropellos en materia DD.HH., los paros y las múltiples demandas ciudadanas, el dólar había aumentado explosivamente impulsado por la fuga de capitales. Asimismo, entre el 18 de octubre y el 13 de noviembre el IPSA registró una pérdida de valor bursátil enorme: US$ 60 mil millones. Eso es coincidente con una caída del 15% en los precios. A nivel Pymes, la imagen es desoladora. Desde la Multigremial de Emprendedores se supo que desde el inicio de la crisis ya habría cerca de 10.000 pequeñas y medianas empresas que habrían sido incendiadas o saqueadas. A ello se agrega el desempleo: según datos -también preliminares- del Ministerio de Hacienda hasta fines de año pudieran haber 300 mil nuevos desempleados.

Lo cierto es que el riesgo país se ha elevado y numerosas preguntas sobre su estabilidad jurídica y social no pueden ser respondidas hoy. Los credit default swap (CDS a 5 años) que reflejan la prima de riesgo de Chile, han subido casi 50% en el último mes, y según Credicorp, esa prima podría aumentar aún más, según las reformas que se impulsarán. Eso es un dato relevante si el Estado debe salir a endeudarse para financiar la nueva agenda social.

El propio ministro de Hacienda indicó que "en Chile hay un antes y un después del que hay que hacerse cargo". También es cierto que ningun daño material será comparable jamás con las personas que fallecieron o que fueron heridas.

Por ello, la invitación ahora es a aterrizar los acuerdos sociales, y ojalá terminar la violencia -tanto desde el Estado, como hacia este y la economía- para reconstruir nuestro país, ¡juntos! Un foco debiera ser avanzar hacia una economía que dé nuevas y mejores oportunidades a las empresas de mediano tamaño, aumentando el conocimiento y la cooperación, para beneficiar a la mayoría de las personas, y no sólo a unos pocos. Lo positivo: de las amargas vivencias de los terremotos que asolan nuestro país periódicamente, de lo que sí sabemos los chilenos es de levantarnos y reconstruir. Es hora de hacerlo, y de forma renovada, con menos abusos, cero privilegios, y más igualdad.

Jeannette von Wolfersdorff

Max Spiess

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