SEÑOR DIRECTOR:

La noticia de que se relegará al sector privado en la estrategia del litio es desconcertante. Incluso en el mejor de los escenarios, se permitiría solo una participación del 49,9%, y el control seguiría en manos de Codelco, al menos en el corto plazo. Esta decisión demuestra una vez más la desconfianza del gobierno respecto de los privados, además de pretender entregar el control a una empresa estatal que ha visto una disminución en su producción y utilidades, y que opera bajo una lógica administrativa diferente. Los socios minoritarios en esta asociación público-privada tendrán poco o ningún poder para tomar decisiones en caso de que el mayoritario tome malas decisiones que respondan a intereses diferentes a los suyos.

José Tomás Labbé Figueroa

Abogado