SEÑOR DIRECTOR
De acuerdo con los últimos datos disponibles, si sacamos a Seychelles y Bután, Chile se ubica tercero en el mundo en porcentaje de población vacunada.
A un año del inicio de la pandemia en Chile, nuestro sistema de salud, estresado y todo, aún resiste. Todavía hay disponibilidad de ventiladores mecánicos y camas críticas. Si se analiza el manejo del gobierno teniendo a la vista estos datos duros, Chile es por lejos el país con mejor manejo de la pandemia en América Latina. Salvo por la cantidad de personas contagiadas. Ya pasamos el millón de contagiados y la cifra sigue subiendo.
¿De quién es la culpa? El gobierno hizo lo que cada chileno no podía hacer por sí solo: comprar ventiladores mecánicos, convertir camas críticas, asegurar un stock mínimo de insumos sanitarios, gestionar la red de salud a nivel nacional, repartir cajas con alimentos y ayudas económicas a los más necesitados y negociar anticipadamente millones de vacunas, traerlas a Chile y administrarlas a la población.
Lo que no puede gestionar ni mucho menos garantizar el gobierno es el autocuidado, porque depende del comportamiento, la inteligencia, la ética, el respeto y el compromiso colectivo de cada persona, individualmente. La frontera del accionar de cualquier gobierno (y el éxito o fracaso colectivo) comienza con el muro que impone la conciencia de cada persona.
José Miguel Rodríguez Sáez
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