“Hay vacantes”

10 Marzo 2020 Trabajadores de la Construccion.empleo, trabajo. Foto : Andres Perez10 Marzo 2020 Trabajadores de la Construccion.empleo, trabajo. Foto : Andres Perez

Por Sebastián Molina Villaseca, empresario

El periodista Daniel Matamala, en su columna del domingo 18 de julio, se refirió a mi carta “Hay vacantes” relativa a la actual falta de trabajadores, y me parece importante poder replicar algunas de sus afirmaciones.

Hago ver que luego de publicada mi carta recibí cientos de mensajes comentando que les pasaba lo mismo, incluyendo el sector de servicios y logística, agrícola, pymes y subcontratistas, etc. Es decir, es un fenómeno que abarca bastante más allá que a la actividad de la construcción.

En su columna parte indicando que los emprendedores deben escuchar los consejos del Presidente Biden en Estados Unidos, en el sentido de “subir los sueldos” (algo parecido a lo que pregonaba el programa del excandidato comunista). Tengo la impresión de que el señor Matamala es un renombrado periodista por lo que debe saber perfectamente que los sueldos son el reflejo de una actividad productiva, y si este equilibrio no se cumple se da origen a incrementos artificiales en el precio del bien que debe ser pagado por todos, afectando a los más desposeídos. En el caso de la construcción, al ser un rubro ultra atomizado, el que no es eficiente debe bajar la cortina en el corto plazo.

En lo central, veo que tenemos una diferencia sustancial en el diagnóstico: para él, el tema de la escasez de mano de obra actual radica solo en el monto del sueldo; y para mí, son otros los factores más relevantes: la creencia de algunos trabajadores que no podrían optar a las ayudas del gobierno (IFE), si estaban con contrato de trabajo vigente; otro grupo (menor) lo ha hecho por temor al contagio. Asimismo, hay otro grupo considerable haciendo trabajos ocasionales (pololos) ya que, producto del retiro del 10%, un sinnúmero de personas está haciendo mejoras en sus hogares, generando una alta demanda tanto de maestros como de materiales de construcción, pero hay que tener en cuenta que estos son trabajos temporales -sin cobertura de salud ni de accidentes, sin leyes sociales, sin facturación, etc-. Pero también hay un grupo no menor que no están trabajando porque ya tiene el mes cubierto. De hecho, varios trabajadores antiguos han respondido que volverían a trabajar después de septiembre. Si fuera solo por el monto del sueldo, entonces, muchos habrían seguido trabajando, aumentando este ingreso con las ayudas del Estado.

Es muy legitimo tener diferencias de diagnóstico, que pueden ser discutidas en un ambiente de respeto y cordialidad. Por esto, no comparto la forma descalificadora que, asumiendo que su versión es “la verdad”, va tomando su columna, volviendo a la reiterada y ya poco original consigna anti-empresario, con la típica caricaturización de que son como unos seres lejanos y fríos, “ciegos y sordos”, que pagan migajas y de una codicia sin límites. Nadie desconoce que puede haber un grupo muy menor de empresarios que actúan al margen de la ética, como en todo rubro, incluyendo el periodismo. Pero la gran mayoría quiere trabajar en armonía y respeto, tiene sensibilidad social y está aplicando los nuevos conceptos de sostenibilidad. Sí, soy un empresario mediano, y a mucha honra, y no tengo temor a ser funado por lo que pienso. Hace más de 30 años que participo en el rubro de la construcción, con presencia en obra con los trabajadores a quienes admiro y respeto. Por esto puedo reiterar, con conocimiento de causa que al trabajador responsable y que hace bien su pega, no le falta trabajo. Soy testigo presencial de muchos casos de trabajadores que, producto de su esfuerzo, han roto su circulo de pobreza y han logrado surgir. Por esto, agradezco haber tenido la posibilidad de haber dado un empleo a muchos compatriotas.

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