Indultos y contención de pandemia

SEÑOR DIRECTOR

Compartimos la preocupación reflejada por académicos acerca del impacto de la pandemia en las personas privadas de libertad. Varias de sus recomendaciones se incluyen en el Proyecto Indulto Covid-19 que presentamos en el Congreso.

Dentro de las medidas preventivas para grupos de alto riesgo, se conmuta la pena a mayores de 55 (mujeres) o 60 años (hombres) y aquellas mujeres embarazadas o que permanecen con sus hijos en recintos penales. Para reducir flujos diarios, se conmuta la pena a quienes hacen uso de permisos de salida, y a quienes cumplen la pena de reclusión nocturna. Con el cumplimiento de ciertos requisitos (un mínimo de pena cumplida, un saldo no superior de tres años de condena, y no estar condenado por delito grave) se sustituye su condena por reclusión domiciliaria.

Se inició, el 13 de marzo, la vacunación contra la influenza, un programa de inducción en prevención del contagio para personas privadas de libertad y para el personal de Gendarmería, protocolos de control sanitario para la detección de sintomatología asociada al Covid-19 para el ingreso de personas a las unidades penales, se han restringido visitas y se implementan computadores para video visitas. Finalmente, se estableció una red nacional de plazas de aislamiento, en caso de brote de la epidemia.

En el marco de la Comisión Coordinadora de Justicia Penal, se considera la revisión de las prisiones preventivas para personas de alto riesgo, lo que será resuelto por los tribunales. Por ello celebramos la aprobación del proyecto presentado por el Gobierno sobre plazos y audiencias judiciales, que establece un régimen de excepción de funcionamiento de los tribunales.

Tal como este proyecto, esperamos la aprobación del Indulto Covid-19, que nos convertirá en uno de los primeros países en haber definido de manera focalizada, la modificación del sistema de ejecución penal para enfrentar esta pandemia.

Sebastián Valenzuela A.

Subsecretario de Justicia. Ministerio de Justicia y DD.HH.