SEÑOR DIRECTOR:

Realmente sorprende la insistencia de ciertos sectores de la izquierda en perseverar con categorizar a las aguas como “bienes comunes naturales”. No solo se busca reemplazar la categoría actual de bien nacional de uso público, asentada y pacífica dentro de la doctrina y jurisprudencia nacional, y que nos permite hablar el mismo lenguaje que la tradición jurídica occidental; si no que repite la fórmula que los llamados ecoconstituyentes intentaron implantar a través del proyecto de la Convención Constitucional, y que fue uno de los motivos por los que Chile lo rechazó.

Este proceso es una nueva oportunidad para hacer las cosas bien. No lo desperdiciemos con ideas obtusas que solamente emocionan a un pequeño grupo de ideólogos.

Teresa Zañartu

Fundación Jaime Guzmán