SEÑOR DIRECTOR:
Sabemos que Chile es un país de emergencias. Grandes catástrofes nos han golpeado una y otra vez: terremotos, incendios, aluviones, entre otros. Pero hay otras emergencias con las que vivimos a diario y hace muchos años; una de ellas es, sin duda, la educación. El rezago lector, el ausentismo crónico, la deserción escolar, la falta de infraestructura, entre otros múltiples problemas que enfrentan a diario las escuelas en cada una de nuestras regiones, forman parte de una emergencia de la que, como país, tenemos que hacernos cargo.
Un reciente estudio de las universidades de Chile, Católica y Los Andes, demostró que el 60% de los niños de segundo básico no cuenta con el nivel de comprensión lectora esperado para su edad; mientras, solo durante el primer semestre de este año, más de 670 mil alumnos del país presentaron inasistencia grave. Nuestros niños y niñas, especialmente los que viven en zonas rurales, no pueden esperar.
Desde Desafío Levantemos Chile hemos sido testigos de que, cuando todas las partes se unen por un objetivo común, lo imposible se vuelve real: los niños aprenden a la edad que les corresponde y los estudiantes de primero básico, independiente de su origen, logran leer. Así lo demuestra un exitoso modelo que se aplica en La Araucanía, y que es observado de cerca por otras instituciones.
Hoy, más que nunca, necesitamos el apoyo de las autoridades para replicar modelos que han funcionado en otros países y superar esta emergencia. Como decía Felipe Cubillos: “En algún minuto, este país los va a llamar”. Ese llamado es ahora. La educación de nuestros niños es una emergencia, y son ellos los que construirán el Chile del futuro.
Ignacio Serrano
Director ejecutivo
Desafío Levantemos Chile
