Ley de inclusión y liceos emblemáticos
SEÑOR DIRECTOR:
El 19 de abril La Tercera publicó una columna titulada “Ley de inclusión: un duro golpe a los liceos emblemáticos”. ¿Por qué fue la ley de inclusión un tal “duro golpe”?
Según el autor, porque prohibió la selección escolar. Lo hizo para reconocer el derecho igual de todos los postulantes a quedar seleccionados, cuando el establecimiento no pueda acogerlos a todos. Es que la libertad de elegir la educación de los hijos no es de los establecimientos, es de los padres.
El autor protesta que fue “igualitarismo selectivo”, porque no afectó “a la minoría privilegiada que puede costear la educación privada”. Con el apoyo del Centro de Estudios Públicos quizás sería posible volver sobre eso y corregirlo, generalizando al menos la prohibición del lucro y la selección, para así movernos en la dirección de una libertad igual para todos.
En todo caso, después nos dice que el “duro golpe” no fue dado por la ley de inclusión, que permitió a los liceos emblemáticos “un período de transición y ciertas excepciones”. Pero entonces, ¿cuál fue el duro golpe? El autor nos dice: las “situaciones persistentes de violencia escolar”. Por cierto, esas “situaciones” comenzaron antes de que la ley referida entrara en vigencia en la Región Metropolitana.
Pareciera que, al terminar su columna, el autor olvidó cambiar el título.
Fernando Atria
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