Opinión

Lo que anticipa el preámbulo

SEÑOR DIRECTOR:

El preámbulo del texto constitucional acordado por la Convención, ya contiene algunos indicios que anticipan el talante pesadamente ideológico y nítidamente programático que tendrá esta propuesta de Carta Fundamental. En esa exacta medida, este introito precede un cuerpo normativo que no une a los chilenos, sino que los divide, que no integra a los diferentes sectores de la sociedad, sino que los fragmenta y crea privilegios para algunas minorías, que no protege a las personas, grupos y asociaciones de la sedicente voracidad pública, y que relativiza algunos derechos fundamentales, banaliza la dignidad de las personas y restringe las libertades.

La idea de que el Estado debe estar al servicio de las personas y de su desarrollo integral, presente en actual Constitución, ha sido reemplazada por un modelo en que el Estado concentra el poder desmedidamente, se infiltra en la vida de los ciudadanos y obstaculiza el ejercicio de la libertad.

Además, esta propuesta introduce una serie de normas que violentan la continuidad histórica del país, nos quitan rasgos de identidad como comunidad nacional, dejan a la sociedad en una especie de limbo histórico cultural, y crean las condiciones jurídicas y los incentivos políticos para el surgimiento de futuros conatos separatistas.

Será un texto que solo recoge e interpreta los anhelos de un sector del país y que dificultosamente estará a la altura de los estándares de cualquier democracia normal. Una Constitución nacida de la ideología, el voluntarismo y el revanchismo, tributaria de la imaginación política y de modelos ajenos a nuestra realidad, que estará muy lejos de ser el factor de unidad e integración que ambicionaba una abrumadora mayoría ciudadana.

Gustavo Adolfo Cárdenas O.

Abogado

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