Opinión

Lo que deja la elección de gobernadores

Frente a la muy baja participación electoral, es poco lo que se puede proyectar para las próximas presidenciales. Con todo, Unidad Constituyente y el Frente Amplio quedan más fortalecidos, mientras que Chile Vamos es el gran perdedor.

13 de Junio de 2021/SANTIAGO Claudio Orrego saluda a los asistentes en la sede de la DC , luego de ser elegido como Gobernador de la Región Metropolitana FOTO:DANIEL ARAYA/AGENCIAUNO DANIEL ARAYA MARTIN

Los resultados electorales que ayer arrojaron las trece regiones donde se disputó la segunda vuelta para la elección de gobernadores -en las elecciones de mayo Valparaíso, Aysén y Magallanes eligieron a su autoridad en primera vuelta- han tenido como principal característica la escasa participación electoral, que a nivel nacional alcanzó apenas al 19%. En ello incidió probablemente que no hubiera grandes contiendas mediáticas -con la excepción de la Región Metropolitana, donde Unidad Constituyente (UC) midió fuerzas con el Frente Amplio (FA)-, como también al hecho de que la ciudadanía se ha mostrado poco interesada sobre el rol que desempeñarán estas nuevas autoridades. También parece evidente que esta elección se desacopló de los comicios de mayo, la cual movilizó más gente producto de que también se elegían constituyentes y alcaldes. Todo ello hace difícil que los resultados de estos comicios se puedan proyectar a las próximas presidenciales.

Pese a sus limitaciones, estas elecciones entregan algunas señales que los distintos partidos y coaliciones comenzarán a decantar mejor en los próximos días. Un examen de cómo quedan conformadas las 16 gobernaciones a nivel nacional, muestra que 10 han quedado en manos de UC -donde la DC y el PS empatan con cuatro, mientras que el Partido Radical logró una, a lo que hay que sumar un independiente-, quedando como el bloque con mayor población bajo su control. Esto le brinda a UC algo de oxígeno -había quedado muy menguada en la elección de constituyentes-, y deja a la DC y al PS en un cierto equilibrio de fuerzas, sobre todo ahora que la falange quedó con el control de la Región Metropolitana. Resta por ver si este resultado se reflejará en un mejor posicionamiento de sus actuales candidaturas presidenciales, ninguna de las cuales hasta ahora logra despegar.

En cuanto al FA, otro de los bloques en ascenso, su resultado a nivel general aparece modesto -con solo dos gobernadores-; sin embargo, no cabe minimizar el triunfo que obtuvo en primera vuelta en la Región de Valparaíso, así como la gobernación que conquistó ayer en Tarapacá. Y pese a que no logró imponerse en la Región Metropolitana, lo estrecho de la contienda resultó meritorio; sin embargo, será interesante descifrar en los días que siguen por qué el FA tuvo esta vez mucho menos capacidad de movilización.

De todas las contiendas en juego, la Región Metropolitana era la que mayor expectación generaba, en particular porque estaba la duda de si el electorado de centroderecha se movilizaría en favor de la carta DC. Todo parece indicar que en las comunas del sector alto así sucedió -donde la participación electoral fue muy superior con relación al resto del país-, pero el hecho de que Claudio Orrego lograra imponerse en otras comunas sugiere que el resultado trasciende las fronteras del núcleo duro de derecha.

El gran derrotado de los comicios de gobernadores ha sido sin duda Chile Vamos, que apenas logró elegir uno, en este caso La Araucanía, zona que ha estado cruzada por el conflicto indígena. La pérdida de fuerza electoral del bloque ha sido evidente, pero este débil rendimiento también parece estar influido por su falta de visión, al no preocuparse de generar candidaturas fuertes y minimizar la importancia de volver a sufrir una derrota estrepitosa.

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