Los narcotraficantes en Ecuador

SEÑOR DIRECTOR:
Las organizaciones criminales han mostrado su poder los últimos días, y puesto a prueba al país, como nunca antes, con enorme fuerza insurreccional. El gobierno del Presidente Noboa, declaró el estado de conflicto armado interno y de excepción, que permite el despliegue militar coordinado en apoyo a la policía, contra al menos veinte grupos delictuales. Se refuerza el control fronterizo, y otros países vecinos y para-vecinos, están en alerta. Un problema de dimensión más amplia, que amenaza la seguridad e institucionalidad regional. Podría extenderse, o establecerse nuevas bases operativas más convenientes, si abandonan Ecuador.
Operan desde las cárceles, con sus cabecillas fugados cuando quieren para impedir traslados a otros presidios, o ser extraditados a Estados Unidos. Puede servir de modelo para más asociaciones criminales el operar coordinadamente, o imponerse por las armas y el número de integrantes. No es solamente un tema legal o policial, pues tiene implicancias y raíces más profundas.
Noboa fue elegido para ponerle fin, y llegó la hora de demostrarlo. Cuenta con el apoyo de la ciudadanía, por sobre intereses políticos y una corrupción extendida, pero no tiene muchas alternativas, o se impone o quedará condicionado al crimen organizado. Requerirá del apoyo internacional necesario o seguirán las acciones intimidantes, a riesgo de expandirse peligrosamente, a muchos países. Un verdadero desafío regional, y un desprestigio que afecta a todos.
Samuel Fernández Illanes
Exembajador y académico Universidad Central