Malvinas, una causa regional



SEÑOR DIRECTOR

El pasado miércoles, los miembros de la Mesa Directiva del Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas (C24) reiteraron una vez más su apoyo a la reanudación de las negociaciones entre la Argentina y el Reino Unido para encontrar una solución pacífica a la controversia de soberanía sobre las Islas Malvinas. Esto me recordó la invaluable participación activa de Chile en la aprobación del último proyecto de resolución del Comité sobre la Cuestión Malvinas, que fue apoyado por los 29 países miembros, pero fue Chile quien presentó la moción en favor de la posición de mi país, en sintonía con su copatrocinio que data desde 1996 y que se ha mantenido a través de sus gobiernos.

No es el único ámbito multilateral donde nos acompaña: en octubre pasado, en la Asamblea General de la OEA, el representante de Chile expresó el respaldo de su país a los derechos de Argentina en la disputa de soberanía con el Reino Unido. Chile también acompaña la posición argentina en el G77 + China, la Cumbre Iberoamericana, el Mercosur y la Celac, donde realizó una intervención en favor de nuestra posición durante la reunión de ministros de Relaciones Exteriores.

Hace solo algunos días, en ocasión de la visita del Presidente Fernández, se dio a conocer la Declaración Conjunta de ambos mandatarios, que incluyó un punto en el que se reitera el respaldo del gobierno de Chile a los derechos de soberanía de la República Argentina sobre las Islas. El Grupo Chileno de Solidaridad con la Cuestión Malvinas, que este noviembre cumplirá 10 años, es de los más activos y representativos de la región. En 2015 se organizó la reunión de Grupos de Solidaridad Latinoamericanos aquí, en Santiago de Chile.

Peter Piot, microbiólogo, descubridor del virus del Ébola, y asesor covid de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, cree que recién “estamos al principio” y que periódicamente habrá “llamaradas epidémicas”. Sostiene que “al final se reconocerá que la estrategia europea de comprar conjuntamente las vacunas era la adecuada”. En Sudamérica no hicimos lo mismo, o parecido, y quizás debiéramos pensar en cambiar hacia adelante. Es que lo que espera detrás de la falta de integración es la intrascendencia.

La recuperación del ejercicio efectivo de nuestra soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, y los espacios marítimos circundantes, conforme el derecho internacional y respetando el modo de vida de sus habitantes, es un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino, tal como se encuentra consagrado en nuestra Constitución Nacional y constituye una política de Estado. El agradecimiento a Chile por su histórico e inalterable apoyo, es y será imperecedero.

Rafael Bielsa

Embajador de la República Argentina

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