SEÑOR DIRECTOR
En su carta titulada como la presente, Salvador Valdés demuestra, paradojalmente, escasa comprensión de la columna publicada el domingo en este diario.
Según Valdés, “Matamala insinúa que otros privados, los dueños del capital y de la habilidad de gestión, no merecían participar” en las rentas de recursos naturales. La columna no dice ni “insinúa” eso. Solo advierte que esas rentas fueron capturadas por privados en cifras gigantescas, ante la ausencia de un royalty real (recién en 2005 comenzó a implementarse un tímido impuesto específico).
Un estudio de los economistas Sturla, Accorsi, López y Figueroa cifra lo que califica como “riqueza regalada” por “rentas innecesarias”, entregadas “sin justificación económica alguna”, en 120 mil millones de dólares, considerando solo la gran minería privada del cobre, y solo el período entre 2005 y 2014. Afirman que, si esos fondos hubieran sido invertidos como fondos soberanos “rentarían un flujo anual equivalente a casi todo el gasto público en salud” del país.
Sobre la preocupante dependencia de Chile de las exportaciones de recursos naturales, los datos han sido latamente repetidos en múltiples informes de entidades como la OCDE, el Banco Mundial y el Foro Económico Mundial. Invito al señor Valdés a revisarlos.
Valdés también afirma que “es falso” que las comunidades locales hayan resistido la depredación del medio ambiente” y, aun más, que “tampoco existió la ‘depredación’ aducida”.
Cualquiera que conozca la dramática realidad de zonas de sacrificio como Tocopilla, Freirina o Quintero, y la valerosa resistencia de las comunidades afectadas, podrá sacar sus propias conclusiones. Ello, sin siquiera mencionar los cuestionamientos a los daños ambientales causados por la industria que el señor Valdés representa (es director de la gremial de los dueños de salmoneras), conflicto de interés que, lamentablemente, olvidó mencionar en la carta.
Daniel Matamala
Periodista CNN Chile
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