Matrimonio igualitario y divorcio trans

SEÑOR DIRECTOR
Las personas trans amamos, formamos familia, tenemos pareja y también contraemos matrimonio. Pero, a diferencia del resto, la Ley de Identidad de Género estableció un proceso de divorcio obligatorio como requisito para el reconocimiento de identidad de las personas trans casadas.
Para enmendar esta injusticia, la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó -con unanimidad en la comisión y amplia mayoría en sala- una indicación en el proyecto de ley de Matrimonio Igualitario para eliminar el divorcio obligatorio. Esta modificación es concordante con la iniciativa, que tiene como objetivo “reconocer el derecho de todas las personas a la valiosa institución del matrimonio, sin discriminaciones odiosas”.
Tras este avance en igualdad, resulta desconcertante que la Comisión de Constitución del Senado haya decidido enviar el proyecto a la comisión mixta expresando que se habría cometido un error, porque el cambio de nombre y sexo registral, en palabras del senador Rodrigo Galilea, “debiera ser causal de divorcio”. Ninguno de los presentes se opuso ni presentó dudas, tampoco se permitió aclaraciones al Ejecutivo, ni a las organizaciones de la sociedad civil.
Aunque sorprenda a algunos, muchas veces las personas trans somos apoyadas por nuestras parejas, el amor se sobrepone a las dificultades y perdura después del tránsito de género. Dos personas que se aman jamás deberían ser obligadas a disolver su matrimonio, por ningún motivo.
Con esto en consideración, hacemos un llamado a los y las integrantes de comisión mixta para resolver a la brevedad esta vulneración a la dignidad de las personas trans y sus familias.
Alessia Injoque
Directora de Fundación Iguales
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