
Mayor precio del cobre: ¿cuánto gastar y cuánto ahorrar?
Si el alza que estamos viendo lleva a los expertos a elevar su estimación del precio de referencia del cobre, entonces se generará mayor espacio de gasto público y la diferencia entre el precio efectivo y el nuevo precio de referencia se ahorrará.

Uno de los efectos negativos que generó la pandemia este año fue una fuerte contracción de la actividad económica mundial, que impactó negativamente los precios de diversas materias primas, entre ellas, el cobre que llegó a cotizarse bajo US$ 2,1 la libra en marzo.
Sin embargo, una característica de este shock es que ha tenido una primera fase de recuperación rápida en sectores que usan cobre como insumo, a diferencia de sectores de servicios, donde la recuperación ha sido más lenta.
Otra característica es que la recuperación de China, principal consumidor del metal, ha sido más rápida que la de otras grandes economías a tal punto que este país será uno de los escasos ejemplos de crecimiento positivo este año. Esta rápida recuperación de la demanda en un contexto de dificultades para sostener la oferta en diversos países productores, más la depreciación global del dólar han impulsado el precio del cobre sobre US$ 3,5 la libra, un nivel que no veíamos desde el año 2013.
El efecto de este mayor precio del cobre sobre las finanzas públicas depende esencialmente de la persistencia del precio en estos niveles.
En efecto, el presupuesto del año 2021 supuso un valor de US$ 2,88 la libra, de manera que si el valor del metal se mantuviera todo el próximo año en torno a US$ 3,5 la libra, el gobierno contaría con cerca de US$ 1.500 millones de mayores ingresos. Pero este no es el único efecto, porque en el marco fiscal vigente, es el precio de referencia del cobre (promedio proyectado de diez años) que estiman expertos independientes al Ministerio de Hacienda, lo que determina junto con el PIB tendencial y la meta de balance estructural, los espacios de gasto para el año siguiente.
Si el alza que estamos viendo lleva a los expertos a elevar su estimación del precio de referencia del cobre, entonces se generará mayor espacio de gasto público y la diferencia entre el precio efectivo y el nuevo precio de referencia se ahorrará.
Entre los analistas no existe claridad respecto de si estamos o no en presencia de un nuevo súper ciclo, pero parece haber relativo consenso en que al menos podríamos tener uno o dos años de precios altos. Parte de este diagnóstico se sustenta en el retraso que tuvieron proyectos de inversión como consecuencia de la pandemia.
En lo que sí existe un amplio consenso técnico es respecto de la excesiva prociclicidad que ha tenido históricamente el precio de referencia del cobre, que se traduce en ahorros insuficientes en períodos de alzas. Este es un tema netamente metodológico que puede subsanarse con facilidad, si se reduce la ponderación que tiene el corto plazo en la estimación de este parámetro. Existen diversas propuestas para materializar dicho cambio y lo responsable sería hacerlo a la brevedad posible. Bastaría que el Consejo Fiscal lo proponga y el Ministerio de Hacienda lo implemente, para evitar gastar más de lo que es fiscalmente prudente en este ciclo alcista.
-El autor pertenece a Clapes UC
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