SEÑOR DIRECTOR:
En la cuenta pública se indicó que la subsecretaría de Educación Superior impulsa una agenda de modernización académica que incluye instrumentos e iniciativas que permitan trayectorias formativas flexibles y articuladas en el sistema de educación superior. El eje contempla objetivos estratégicos: robustecer la oferta formativa para la promoción de aprendizajes a lo largo de la vida, reconocimiento, revalidación y convalidación de actividades curriculares cursadas en otros países.
Cuando hemos escuchado exposiciones de autoridades, en especial del subsecretario, tiene coherencia respecto a esta cuenta, incluso con mayor detalle sobre los objetivos y el punto de llegada deseado.
Es ahí donde radican nuestras principales diferencias, porque se pretende llegar a un sistema extremadamente dirigido por la autoridad superior, que confía en lo que es una quimera: poder determinar las características precisas y la cantidad de especialistas, profesionales y técnicos que se requerirán en cinco o diez años. Eso lleva a la posibilidad-deseo de definir cuotas de ingreso, fijación completa de aranceles, y una consecuencia lógica, de gran homogeneidad curricular entre las instituciones.
El diseño, fortalecimiento, robustecimiento y reconocimiento, como es obvio, tienen una direccionalidad, que no ha sido analizada en profundidad, que es indispensable. Los cambios son necesarios, pero su radicalidad -cuando quedan solo algunos meses para debatirlos-, cuando existen diferencias válidas y con sustento respecto a sus propósitos, hacen que sigamos en debates y sin las modificaciones necesarias. Es notable que el eje calidad de los resultados esté tan poco presente, demasiado implícito en esta cuenta.
Hugo Lavados Montes
Rector U. San Sebastián
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